El regreso a la normalidad cotidiana es el primer objetivo de los inquilinos que habitan el edificio del número 42 en la calle Juan Carlos I, de Vilagarcía de Arousa, que en la madrugada del viernes resultó afectado por el incendio de un piso en la cuarta planta. A pesar de que solo la vivienda siniestrada está precintada, la mayor parte de los moradores del inmueble optaron por pasar la primera noche fuera para permitir la ventilación del mismo, ya que aún quedaba ayer impregnado el olor a quemado.

El departamento de Servizos Sociais del Concello dio realojo a cuatro familias con cuatro y cinco niños cada una, durante el fin de semana para que los adultos pudieran comenzar los trabajos de limpieza de sus casas y eliminar así el hollín y el olor a quemado, tras comprobarse que ninguno de los pisos había sufrido desperfectos y tampoco el edificio presentaba daños estructurales.

El realojo en hostales de las cuatro familias que no contaban con apoyo familiar en Vilagarcía resultó complejo para el departamento municipal de Servizos Sociais debido a que el siniestro se produjo durante el puente del Pilar y los establecimientos hosteleros de la ciudad estaban prácticamente llenos. Aún así, y teniendo en cuenta que las cuatro familias son numerosas se encontró alojamiento para todos. Se espera que mañana la situación de estas familias esté completamente normalizada en sus domicilios. Los trabajos de ventilación comenzaron ayer a primera hora.

En cuanto a la limpieza de las zonas comunes del edificio, que está gestionado por una agencia local, se espera que el seguro se haga cargo de financiar las actuaciones que sean necesarias.

Los inquilinos indican que se trata de un edificio antiguo, de cinco plantas sin ascensor, con importantes deficiencias de mantenimiento por parte de su única propietaria que, al parecer, reside en el extranjero.

En el inmueble residen diez familias. El incendio se produjo en el cuarto derecha, donde vive una pareja, según indicaron el resto de los inquilinos.

Por razones que se investigan, el viernes al filo de las cuatro de la madrugada prendió fuego en el salón de la vivienda cuando, según sus moradores, estaban viendo la televisión. Las llamas se propagaron a otras dos habitaciones del piso. Los bomberos emplearon dos horas en sofocar el fuego y ventilar el inmueble.