Atrás queda un verano intenso cargado de todo tipo de actividades, pero ahora toca afrontar el invierno. La Escola de Navegación Tradicional de A Illa plegó velas esta semana para comenzar con la hibernación del gran museo flotante que posee, el cual la ha convertido en una de las grandes referencias de la cultura marítima en Galicia. Tras cuatro meses de navegación y de comer millas por el interior de la ría de Arousa, ahora toca un trabajo menos vistoso, el de mantener las embarcaciones y evitar que puedan degradarse, lo que supondría un duro golpe para el futuro de la vela tradicional.
Carlos Agra, director de la Escola, reconocía ayer que "estamos trabajando en resguardar la mayor parte de las embarcaciones en el almacén cedido de O Naval, donde, sobre todo a partir del mes de febrero, nos centraremos en pintarlas, sustituir alguna pieza que pueda estar dañada y en reparar todo aquello que se encuentre en malas condiciones", explicaba. Entre esas embarcaciones que se han guarecido en O Naval se encuentran tres barcos muy importantes para la flota tradicional, como son la xeiteira, la dorna de tope "Peza de Rabo" y una buceta. Más complicado será resguardar un galeón como es "O Rei do Mar", que tendrá que permanecer a la intemperie por sus considerables dimensiones. Los primeros meses del invierno los pasará amarrado a un "muerto" en las inmediaciones de O Xufre, donde varios socios de Dorna se encargarán de achicar el agua que pueda acumular, antes de ser introducido en el Varadoiro para acometer las reparaciones que pueda necesitar.
Lo que tienen claro en la Escola de Navegación Tradicional es que este invierno se pasará en O Naval, ya que las dependencias del centro de usos náuticos todavía no van a estar listas para acoger la importante flota que posee la Escola de Navegación Tradicional. La previsión es que se inaugure en noviembre y, posteriormente, se dote de todo el material necesario, lo que significa que la ENT y Piragüismo pasarán su último invierno lejos del inmueble que se construyó para ellos.
