El jurado del premio nacional de gastronomía tradicional "Lola Torres" decidió que el ganador de esta edición es el restaurante Atrio de Cáceres entre un total de 137 candidaturas, la mayoría procedentes de Euskadi, Madrid y Andalucía, además de Portugal.

El restaurante extremeño, apadrinado por la prestigiosa asociación Hoteles Relais & Chateaux, ofrece la mejor cocina de dicha Comunidad durante todos los días del año además de contar con una gran bodega subterránea que permite saborear los mejores vinos y cavas de España, según expuso el jurado en su calificación final.

El jurado destaca en esta edición el papel que aportan al restaurante Atrio su jefe de cocina Antonio Pérez y el jefe de sala y de bodega, José Polo, ambos propietarios del establecimiento.

Los responsables de la decisión señalan que en este restaurante destaca "su cocina tradicional, con las innovaciones propias de nuestra época, en lo que se refiere tanto a la gastronomía como al espacio físico del restaurante".

En este caso, el jurado se propuso reconocer "el uso y defensa que hacen en sus cocinas de los productos de su tierra, platos presididos por el cerdo, los quesos, la huerta, el pimentón de la Vera, entre otros productos que aportan personalidad y autenticidad a todas sus elaboraciones".

Otro de los méritos que el jurado resaltó se refiere a la rehabilitación del edificio donde se asienta el restaurante, pues el espacio y el respeto a la cultura e historia de las ciudades es fundamental para ofrecer un servicio de alto nivel en una ciudad declarada como Patrimonio de la Humanidad.

En este sentido subrayan que la arquitectura de Atrio se integra en el corazón histórico de Cáceres. Revelan que el establecimiento inició su andadura en el año 1986 pero fue en noviembre de 2010 cuando inauguran lo que sus propietarios consideran su "sueño vital".

Se trata de un restaurante en pleno casco histórico que está incluído en la prestigiosa marca de calidad "Relais & Chateaux" y que se caracteriza por su singular arquitectura, obra de Emilio Tuñón Álvarez y Luis Moreno Mansilla.

Ambos arquitectos diseñaron no solo un restaurante sino también un hotel que reúne las condiciones óptimas "para disfrutar de un espacio que respeta el espacio urbano histórico, recibiendo por ello en el año 2011 el Premio de Arquitectura al mejor edificio de uso hostelero y el premio FAD de Arquitectura".

Pero también cabe resaltar otros premios que han recibido los propietarios de este establecimiento que se han hecho acreedores de dos Estrellas Michelín en su trayectoria como cocineros.

Así la primera Estrella la consiguieron en 1994 y diez años después se hicieron merecedores de la segunda por su aportación a la cocina extremeña de calidad.

Pero también pueden presumir del Premio Nacional de Gastronomía al Mejor Cocinero que obtuvo Toño Pérez en 1995. Seis años después, en 2001, lo obtuvo su socio José Polo, según expone su brillante currículo.

A la vez ostentan el Gran Award a las mejores cartas de vino del mundo otorgada por la prestigiosa revista americana "Wine Spectator" (premio que ostenta en la actualidad), en 2003.

No se puede olvidar en esta presentación que son también Medalla de Extremadura de 2009.

El Jurado del Lola Torres, presidido por el presidente de Amigos de Galicia, Jesús Busto, estuvo formado por Ramiro Varela ( secretario de la Fundación); Víctor Otero Prol (Centolo Larpeiro); Alejandro Rubín (gerente de Expourense), José Martínez (club gastronómico Rías Altas), Argentino Aguiar (Amigos da Cociña Galega); José Antonio rivera (Restauradores Euro-Toques), Rafael Mourelos (hostelero de la familia Lola Torres) y Emilio Santasmarinas (Tartas de Santiago).