La persistente sequía está afectando a los pozos particulares -tanto de abastecimiento al hogar como de riego- y a las canalizaciones vecinales, que se nutren de manantiales que nacen en los montes. En este sentido, el Ayuntamiento de Meis ya ha tenido que acudir a algunos lugares del municipio a llenar con camiones cisterna los depósitos vecinales, que se habían quedado secos. En Meaño, las consecuencias de la falta de lluvias también se están notando.

La alcaldesa, Lourdes Ucha, asegura que este año se ha registrado un número muy importante de vecinos que solicitaron conectarse a la red municipal de aguas. "Es gente que hasta ahora tomaba el agua de sus pozos o de las traídas vecinales, pero que ahora tienen problemas de suministro o que prefieren conectarse a la red del Concello por si acaso".

La regidora apunta que se están atendiendo solicitudes de varias parroquias, como Meaño o Xil, y que solo durante la semana pasada fueron seis las familias que pidieron la conexión.

La sequía también trae de cabeza a los agricultores, que se ven obligados a regar hasta dos veces al día sus cultivos. Esto redunda en un mayor coste de producción y en el temor a que los pozos terminen sin el nivel suficiente para mantener los riegos.