El conselleiro de Educación e Cultura, Román Rodríguez, ha vistiado esta mañana el Centro Galego de Vela de Vilagarcía con motivo de la puesta en marcha de un ciclo formativo dedicado a la vela en el que colaboran este centro y el instituto Fermín Bouza Brey.

En su visita, representantes de la asociación de padres de alumnos del colegio de Carril han podido mantener un encuentro con el político del Partido Popular para trasladarle en persona sus quejas por el estado de las instalaciones del colegio Rosalía de Castro después de que en las últimas horas alertasen del riesgo de desprendimiento de los techos del centro.

El encuentro, que ha durado unos minutos ante la presencia del alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, y el jefe territorial de Educación, César Ares, ha terminado después de que los padres lograsen arrancarle a Román Rodríguez el compromiso de que se llevarán a cabo "lo más rápido posible" las obras de reparación y mejora de las instalaciones escolares. "Todos somos padres y todos queremos que los chavales estén en las mejores condiciones posibles", les ha explicado a los representantes de la ANPA que se han desplazado hasta las instalaciones deportivas.

Allí, Román Rodríguez ha tenido que escuchar las quejas de unos padres que lamentan que "en 46 años" de vida del centro "no se ha arreglado nada". "Se hizo la cubierta el año pasado, pero los baños son los mismos, la carpintería es la misma...", le explicaba una de las madres. Por su parte, el conselleiro de Educación se ha defendido sacando a relucir que "en Galicia hay más de 1.100 centros educativos y hay que arreglarlos poco a poco".

La ANPA del Rosalía de Castro ha escrito al conselleiro, y le dice que si visitase el colegio vería "en que circunstancias nos encontramos". Según los padres, hay techos con riesgo de caída, y aulas "insalubres" que estarían produciendo casos de asma y alergias -y citan el caso de la que utilizan los niños de cinco años-. Los padres afirman también llaman la atención sobre el mal estado de los cuartos de baño, con olores, inodoros sin tapa, y unas cañerías "tan viejas que el agua sale naranja". Además, se sienten desamparados por el colegio, la Inspección y la Jefatura.