El Concello de Vilanova de Arousa ha comenzado a ejecutar las obras de remodelación de la primera planta del pazo de Vista Real, una actuación muy necesaria para sostener la ingente cantidad de cursos de formación que se están impartiendo en ese punto. Las obras han sido adjudicadas a la empresa Acevi, por un importe total de 95.800 euros, la cual tendrá un plazo de cuatro meses para llevarlas a cabo.
Los operarios de la adjudicataria comenzaron a trabajar esta misma semana, casi un mes después de la formalización del contrato con el Concello de Vilanova.
El proyecto que se va a ejecutar en Vista Real consistirá en la habilitación de tres estancias destinadas a aulas de formación. Una de ellas tendrá 90 metros cuadrados de superficie, mientras que las otras dos, serán de 45. De todas formas, cualquiera de ellas podrá ampliarse según las necesidades específicas de cada actividad que se desarrolle en Vista Real. En ese primer piso, la intención es ubicar toda la parte informática y de nuevas tecnologías, dejando la parte inferior para otro tipo de cursos de formación".
Hasta este momento, la actividad en el pazo se centralizaba en las caballerizas así como en la planta baja del pazo, sobre todo en esta última, ya que es allí donde se ubica el Centro de Desenvolvemento Local (CDL), que gestiona las diferentes actividades formativas que se imparten en las dependencias del pazo de Vista Real. En esa misma planta también se encuentran otras dos aulas que, en estos momentos, no dan abasto con la actividad que se genera. No en vano, el próximo inicio del Obradoiro de Emprego y de las extraescolares de nuevas tecnologías va a colapsar las actuales dependencias, ya que a eso hay que sumar que los cursos de inglés, tanto para adultos como para niños, suman ya más de 120 inscritos. A mayores, el día 17 de este mes comienza la actividad de la aceleradora de empresas /coworking que impulsa el Igape, y en lo que queda de mes, se impartirán otros seis cursos más de diferentes cuestiones.
El pazo de Vista Real se adquirió en diciembre de 2010 en una subasta pública impulsada por la Agencia Tributaria, que sacó a concurso los bienes intervenidos a la familia Charlín. El Concello abonó más de un millón de euros por una edificación que amenazaba ruina y a la que poco le quedaba de su estructura paciega. Poco a poco, ha ido trabajando en la rehabilitación al mismo tiempo que se habilitaban todo tipo de actividades, vinculadas siempre con la formación y la posible inserción de los alumnos en el mercado laboral.
