Todo empezó en la orilla del mar. Xosé María Álvarez Cáccamo, que había pasado su niñez entre el barrio de As Travesas y las playas de Coruxo era un treintañero cuando empezó a recoger de la arena objetos que el mar había desechado. Pepe Cáccamo se los llevó a su estudio, y empezó a hacer con ellos "poemas objetuales".
El vigués, hijo de Xosé María Álvarez Blázquez -a quien se le dedicó el Día das Letras Galegas en 2008- está considerado como uno de los poetas en lengua gallega más importantes de las últimas décadas, opinión avalada por un puñado de premios de relumbrón. Mucho menos conocida es su faceta de artista plástico.
El pazo de Torrado acoge esta noche la inauguración de una nueva exposición, "Pretextos ilustrados", en la que el técnico cultural José Vaamonde ha unido el talento de Pepe Cáccamo y del ilustrador Fausto Isorna (Catoira, 1951), que es uno de los diseñadores gallegos más destacados del momento.
Cáccamo llega a Cambados con sus "poemas objetuales". "No transformo la materia, sino que recombino objetos existentes", explica el creador. El resultado es un universo nuevo, que ensancha las fronteras de la imaginación del espectador. En el caso de la muestra del Torrado, trabaja con el concepto de escala, aproximándose al maquetismo. Pero, eso sí, advierte de que no se trata de representaciones figurativas. "La maqueta es la excusa para crear un mundo diferente".
Una de las piezas que seguramente más llamen la atención es la vitrina en la que ha embutido seis minúsculas ciudades fabricadas con pedazos de gomas de borrar. En otra, unas teclas de ordenador emergen de las hojas de unos libros minúsculos. "Me siento heredero de la tradición del surrealismo. Creo que es el ismo que más eco ha dejado de las vanguardias históricas. En muchos aspectos sigue vigente".
La muestra se inaugura a las 21.00 horas, y permanecerá abierta hasta el 12 de noviembre. El público puede visitarla de martes a domingo, entre las 17.00 y las 20.00 horas. La entrada es gratuita.
