El Parlamento de Galicia rechazó ayer, con los votos en contra del PP, una moción presentada conjuntamente por los grupos del PSOE y En Marea en la que solicitaban la retirada de la reforma de la Lei de Saúde, una modificación que recibió más de 1.500 alegaciones y está teniendo una contestación política y social por parte de los centros sanitarios afectados, como el Hospital do Salnés (este viernes día 29 está convocada una manifestación en Vilagarcía contra el anteproyecto que saldrá a las 20.30 horas de la Casa del Mar).

El diputado socialista Julio Torrado acusó al Gobierno gallego de "apuntillar al modelo sanitario" a través de una reforma legal "a las agachadas porque tienen mala conciencia". El vilagarciano lamentó en la cámara de O Hórreo "la poca alma y corazón" del Ejecutivo de Feijóo a la hora de gestionar la sanidad pública "de forma ineficaz e ineficiente".

No se olvidó el parlamentario de recordar a la Xunta su "ejercicio de cobardía profunda" al presentar el texto en verano, "vetar a continuación el debate en el Parlamento y renunciar a comparecer para explicar la modificación". "Esta ni fue propuesta en su programa electoral ni fue presentada en el debate de investidura ni fue explicada por el conselleiro", espetó el socialista.

Insistió en que la conversión de cuatro áreas sanitarias (O Salnés, Burela, Monforte y Valdeorras) en distritos provocará que los servicios se alejen de la ciudadanía y reducirá recursos.

Puso Torrado varios ejemplos que ya se están produciendo en la actualidad, como por ejemplo en el hospital vilagarciano, adonde acudió una paciente con el fémur fracturado que fue derivada al Hospital Quirón Salud de Pontevedra (un centro privado) porque en O Salnés no había anestesistas sustitutos y la usuaria no tenía plaza para el postoperatorio. Según el relato del PSOE, la paciente fue operada una semana más tarde durante la cual" la tercera planta del Hospital do Salnés fue empleada como plató para rodar una serie de televisión".

Por su parte, la parlamentaria de En Marea, Eva Solla, también solicitó ayer en Santiago la retirada de la contestada reforma al entender que elimina derechos de forma unilateral derivando en un "deterioro forzoso" del sistema sanitario, según recoge la agencia EFE. Además, coincidió con Julio Torrado en alertar de la "opacidad" con la que el Gobierno autonómico ha intentado llevar a cabo la modificación de la Lei de Saúde, al tiempo que reclamó que se aborde este tema por la vía del diálogo "y no de la imposición".

El BNG, a través de su diputada Montserrat Prado, se sumó a las críticas de la oposición al sostener que con este anteproyecto la Consellería de Sanidade "pretende darle rango de ley a los recortes".

Sin embargo el portavoz del PP en esta materia, Aurelio Núñez Centeno, defendió que la propuesta de la Xunta está orientada a situar a las personas en el centro del sistema sanitario mientras que parece que para los grupos de la izquierda los pacientes "no son importantes ni significativos", por lo que exigió a la oposición que "piense algo en los enfermos y menos en hacer política de desgaste al Gobierno del PP", según EFE.