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Presentan en Valencia el estudio sobre la interacción entre delfines y bateas de mejillón en Arousa

El director del BDRI, Bruno Díaz, es uno de los ponentes en la jornada de trabajo organizada por Ecologistas en Acción

Seguimiento de mamíferos marinos entre las bateas de la ría de Arousa. // BDRI

El biólogo Bruno Díaz, director del Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI), con base en O Grove, es uno de los protagonistas de las "Jornadas sobre interacciones entre cetáceos y actividades humanas", a celebrar el jueves en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia.

Esta iniciativa, impulsada por Ecologistas en Acción, en colaboración con el Ayuntamiento de Valencia, permitirá transmitir a la comunidad científica y al público en general los resultados del trabajo desarrollado por el propio Bruno Díaz y su equipo, tanto en el Mediterráneo, donde siguió de cerca la interacción entre mamíferos marinos y jaulas de cultivo de peces, como en la ría de Arousa, donde lleva años estudiando el comportamiento de los delfines y su estrecha relación con las bateas de cultivo de mejillón.

En concreto Bruno Díaz va a encargarse de la ponencia "Cetáceos y acuicultura: coexistencia o conflicto", transmitiendo así todas las conclusiones obtenidas en el Bottlenose Dolphin Reseach Institute (BDRI), que en los últimos días también fue noticia por el avistamiento de una ballena azul frente a la costa de las Rías Baixas.

Pero no viaja a la Comunidad Valenciana para explicar los detalles de tan importante acción, sino para centrarse, como queda dicho, en el papel que juega la acuicultura en el desarrollo de los mamíferos marinos.

En este sentido, Bruno Díaz tendrá la oportunidad de incidir en algo que avanzó hace ya meses en FARO DE VIGO en relación con los estudios realizados desde el año 2014 en Arousa que confirman que las bateas de mejillón y ostra favorecen la presencia de los mamíferos marinos en las rías gallegas.

En palabras del director del BDRI, que ya divulgó sus conclusiones a nivel mundial a través de la publicación especializada "Marine Biology", los delfines mulares interactúan con los viveros flotantes y estos se convierten en una gran "despensa" que les facilita la adquisición de alimento.

Esas bateas de Galicia constituyen "una actuación mucho más sostenible y respetuosa con los delfines que cualquier otro sistema de producción en las demás partes del mundo".

En relación con esto se cree que las estacas o long-line que se emplean en otras latitudes para el cultivo de moluscos, como China, Chile, Australia o Nueva Zelanda", sí parecen causar serios perjuicios a los delfines.

Pero con los viveros flotantes gallegos "los delfines no sufren un impacto negativo, sino todo lo contrario", insiste el biólogo, convencido de que el resultado de sus estudios puede constituir "información de gran utilidad para la gestión sostenible de la acuicultura en todas aquellas zonas costeras donde dicha industria convive con poblaciones de delfines".

En ello incidirá el jueves en Valencia, donde expondrá que "los polígonos de bateas se han convertido en una fuente de alimento y parecen tener un efecto claro, incrementando la presencia de los delfines en sus alrededores".

Pero no solo hablará de Galicia, sino también de su experiencia en el Mediterráneo, donde durante diez años analizó cómo interactúan los delfines y determinadas aves con las zonas de cultivo acuícola, especialmente en las jaulas de salmón, dorada y lubina.

También en este caso constató que esa actividad acuícola favorece la presencia y reproducción de los mamíferos marinos, que como sucede en Galicia con las bateas aprendieron rápidamente que en el entorno de las jaulas de peces el alimento es más fácil de conseguir.

"Por eso visitan estas estructuras con frecuencia para alimentarse, considerándolas una especie de almacén de alimento fácil de encontrar y de capturar", reitera el biólogo ferrolano asentado en O Grove.

Básicamente lo que plantea es que la acuicultura es una actividad humana que irremediablemente provoca un impacto en el medio ambiente, y lo seguirá provocando en el futuro; "pero hay sistemas de producción, como las bateas de mejillón y ostra gallegas, más sostenibles y responsables con el medio ambiente que las long-lines u otros".

Sin duda alguna, en el congreso a celebrar en Valencia prestarán especial atención a la ponencia de Bruno Díaz después de durante 1.062 días de estudio -99 meses- documentara en el Mediterráneo la interacción de cetáceos como el delfín mular y aves como la gaviota patiamarilla, cormorán moñudo y garza real con las actividades de la industria acuícola.

Durante ese estudio se documentó un aumento gradual de delfines mulares y garzas reales, a pesar de no ser frecuentes en la zona, observando cómo los primeros aprendieron a sacar provecho de la acuicultura, llegando a capturar los peces de cultivo.

Díaz pudo observar cómo con el paso de los años algunos delfines se convertían en visitantes regulares de los viveros del Mediterráneo, llegando a alimentarse de las lubinas y doradas que descartaban los trabajadores de este tipo de jaulas, también existentes en la costa gallega.

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