El detonante de esta situación fue la operación desarrollada entre los vigilantes de la Cofradía, Guardia Civil y Policía Local de A Illa, el pasado 19 de septiembre. En la madrugada de ese día, los tres cuerpos consiguieron identificar a dos individuos que habían extraído, de manera ilegal, más de 35 kilogramos de almeja de la zona de Riasón, donde el pósito posee los viveros con los que nutre a sus bancos marisqueros.

Aunque solo se identificó a dos personas, los tres cuerpos de seguridad son conscientes de que en la playa afectada estuvo trabajando un grupo organizado, integrado por viejos conocidos de mariscadores y vigilantes por su actividad.

Una de las cuestiones que más preocupa al pósito es que este grupo de furtivos, formado por una docena de personas, cuenta con apoyo del exterior, de individuos que se dedican a controlara los vehículos y a los vigilantes del pósito isleño y que alertan de su presencia en caso de ser necesario.

El propio patrón mayor, Juan José Rial Millán, se hacía eco de esta situación el pasado martes, ya que los vigilantes y los propios mariscadores han sorprendido "a gente con capacidad adquisitiva y que no necesita dedicarse a esto, haciéndonos seguimiento para avisar a los furtivos". La confirmación de este hecho, al sorprender a varios individuos con estas características, ha llamado la atención sobremanera en el seno del pósito isleño, donde no se encuentra otra explicación que "no sea la de beneficiarse a la hora de comprar semilla pequeña de almeja para resiembra".