Como cada año por estas fechas en O Grove se habla de la migración otoñal de las aves, pero también de la necesidad de que sus vecinos "emigren" hacia Cambados si quieren disfrutar de la piscina, ya sea por diversión o deporte o bien por la necesidad de practicar natación como cura ante determinadas dolencias.

La localidad meca carece de este servicio, a pesar de que es una histórica demanda de la sociedad y una promesa repetida por todos los grupos políticos en campaña electoral. Pero la ansiada piscina sigue sin llegar, y esto hace que el Concello se vea obligado a organizar actividades de natación en el municipio vecino.

Cabe explicar que los niños mecos disponen de sesenta plazas para asistir a clases de natación en la piscina cambadesa entre octubre y junio, en horario de 17.00 a 17.45 horas, los martes; y de 16.15 a 17.00 horas, los viernes.

Para desplazarse se pone a su disposición un autobús que arranca a las 16.00 horas, en el primer caso, y a las 15.25 horas, en el segundo, con paradas en el barrio de Ardia, O Corgo, Terra de Porto y Cortiñas.

Junto a los niños, que abonan quince euros por gastos de gestión y contratación, además de doce euros mensuales, también tienen servicio de piscina los grovenses de más edad, aunque en este caso no están obligados a emigrar, ya que se presta en las instalaciones del hotel Louxo La Toja, en A Toxa.

De este modo los grovenses con más de cincuenta años pueden acudir los lunes, miércoles o viernes, d e9.15 a 10.15 horas, con un precio de 22 euros por día, o bien 40 euros si reservan de dos en dos.