El Barco dos Tolos comenzó ayer su singular fin de semana artístico y creativo en A Illa. El "Azart" es un barco de época que recorre el mundo desde hace casi 30 años, y que ya estuvo en A Illa en 1999. Su apuesta por el teatro cómico y grotesco triunfó, y casi dos décadas después han regresado. Es, posiblemente, su último viaje artístico a bordo del "Azart", pues quieren jubilar el buque en Australia. El plan pasa por ponerle ruedas, y cruzar todo el desierto como un monumento a la locura.

La programación se inició ayer a las 19.00 horas con "De pinchos cos Tolos", en el que los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer a la docena de personas que componen la tripulación en un ambiente distendido, con música, cuentacuentos, unos vinos y unos pinchos, que incluso sirvió el capitán de la nave, el holandés August Dirks. Ya al caer la noche tuvo lugar la "Gran Gala dos Tolos", en la que colaboran artistas locales, y en la que los actores del "Azart" representaron su espectáculo "Apúrate lentamente".

En el Barco dos Tolos tienen cabida el teatro del absurdo y los espectáculos circenses. Son funciones que no dejan indiferente a nadie por su energía, y por lo poco que se parece al teatro convencional. Por ello, no es de extrañar que entre el público presente ayer hubiese gente que ya se subió a la embarcación hace ahora 19 años, para rememorar las sensaciones vividas entonces.

El Festival dos Tolos prosigue hoy. Entre las 14.00 y las 16.00 horas habrá una visita teatral guiada al barco, de unos 20 minutos de duración, en la que el público podrá conocer siete lugares del "Azart". La entrada cuesta cuatro euros para los adultos, y dos para los niños.

De 19.00 a 21.00 horas tendrá lugar una nueva sesión de "De pinchos cos Tolos", con una entrada de cinco euros por persona. Y la "Gran Gala cos Tolos" es entre las 21.00 y las 22.30. Los espectadores pagarán 13 céntimos de euro por cada kilo de su peso corporal. Colaboran con el espectáculo los artistas locales Antón Coucheiro, "Cou", y Natalia "Pajarito". La jornada termina con un concierto de Batuka Kabanka, formada por mujeres de Cabo Verde. Es a las 22.30 horas, y la entrada es libre.

Los más rezagados aún tendrán la oportunidad de volver a subir al barco o de ver el teatro desde el puerto mañana domingo.