Un error humano del pasajero al confundir la puerta de entrada al aseo con la exterior de acceso por babor al barco provocó la caída al mar del portugués de 48 años que hace un año murió ahogado cuando disfrutaba de una velada en un catamarán que navegaba en aguas de O Grove.

Esa es la conclusión de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), dependiente del Ministerio de Fomento, que acaba de dar a conocer el informe sobre este siniestro mortal ocurrido en la noche (22.45 horas) del 20 de agosto de 2016.

Y aunque esa fatal equivocación del fallecido entienden que es la causa del siniestro también se pone de manifiesto que el barco de pasaje "La Toja" no tomó las precauciones debidas porque la puerta de acceso al barco "no estaba bloqueada con llave" ni tampoco "estaba identificada como salida al exterior o con peligro de caída".

Sucintamente se explica que la víctima, un hombre portugués de 48 años de edad, se subió al catamarán con otros familiares para disfrutar de uno de los viajes para ver la espectacular puesta de sol en la ría de Arousa y hora y media después se levantó de la mesa con la idea de ir al baño y fumar un cigarrillo en el exterior pero se equivocó de puerta y fatalmente cayó al mar donde murió ahogado.

141 pasajeros y la tripulación

En el informe se subraya que a las 21.30 horas "se inició el embarque de los 141 pasajeros a bordo del barco La Toja a través de la puerta situada en proa a babor que da acceso a la cubierta principal".

Los pasajeros se "distribuyeron libremente entre las mesas instaladas en la cubierta principal y en la cubierta de superestructura".

Media hora después comenzó la singladura y "la capitana inició la maniobra de salida del puerto de O Grove y se dirigió al norte para que el pasaje pudiera admirar el crepúsculo desde el mar, navegando al este de la Illa de Arousa".

Se añade que durante la navegación, los pasajeros eran libres de moverse por la cubierta principal que está totalmente cerrada o por la cubierta superior, que tiene una parte a popa al aire libre.

Los inspectores del Ciaim exponen que la capitana manifestó que los pasajeros no podían bajar a las cámaras de visión submarina situadas en los patines del catamarán, por debajo de la cubierta principal, pues por la noche la zona permanecía cerrada".

Aproximadamente a las 22.25 horas, explicó la responsable del barco, "el barco viró en redondo para navegar con rumbo sur y dirigirse a las inmediaciones del puerto de O Grove, a una zona de fondeadero en donde se detenían antes de terminar el viaje, previsto para las 23 horas.

Explicado en el informe el viaje se centra en que entre los 141 pasajeros se encontraba un grupo "formado por un hombre de nacionalidad portuguesa acompañado de familiares y amigos".

Subraya que el grupo ocupó una de las mesas centrales en la cubierta principal y añade que "aproximadamente a las 22.45 horas, el mencionado hombre se levantó de la mesa y se dirigió por el pasillo hacia la proa hasta llegar al vestíbulo entre las puertas 5Br (interior) y 1Br (exterior). Explican los técnicos que la puerta interior 5Br que comunica el salón con el vestíbulo estaba abierta y el hombre la atravesó y "a continuación abrió la puerta de corredera 1Br que comunica dicho vestíbulo con el exterior y se precipitó al agua".

La situación fue observada por dos personas que se encontraban en una mesa próxima a esas puertas quienes declararon que vieron a este hombre "con la intención de continuar caminando por la cubierta del barco sin percatarse, aparentemente, de que estaba saliendo al exterior".

En el informe se expone que los testigos "vieron al hombre desaparecer por la puerta y oyeron un ruido de chapoteo en el agua" por lo que inmediatamente "avisaron a uno de los marineros que se encontraba en el salón y tras la sorpresa inicial, avisó a la capitana.

La capitana ordenó la detención del barco y encendió todas las luces exteriores para intentar localizar al náufrago pero al no localizarle "inició la maniobra de hombre al agua retornando hacia la zona por la que acababan de pasar al tiempo que dio aviso de la emergencia".

Así a los pocos minutos se unieron a la búsqueda los efectivos del Sasemar, de la Guardia Civil, de Protección Civil y otros particulares con el fin de localizar al náufrago.

Las labores continuaron hasta las tres de la madrugada cuando "el helicóptero de rescate Helimer 205 localiza un cuerpo cerca del espigón del puerto de O Grove" y media hora después, el cadáver fue recogido del agua e identificado.

Asimismo la Ciaim recoge en su informe que la autopsia que se practicó al cadáver revela que la causa de la muerte es "accidental por asfixia mecánica (sumersión), concluye.