Marta Lois considera que ya no es realista soñar con la eliminación completa de la planta. "El objetivo es controlar la especie, que no se expanda más. Incluso será complicado erradicarla del complejo intermareal Umia-O Grove porque exigiría una inversión y una constancia enormes".

La presidenta del Colectivo Ecoloxista do Salnés opina que la eliminación de la planta se debe realizar de forma mecánica o manual -desaconseja el uso de herbicidas-, pero que es necesario mantener una vigilancia sobre la zona. "Hay que actuar año tras año, porque tiene una raíz muy potente y persistente que puede rebrotar con fuerza".

Considera que lo primero que hay que hacer es dejar de plantar el plumacho, y pide sensibilidad a las administraciones propietarias de cada carretera para invertir periódicamente en su eliminación. En el caso del Vial del Puerto, que es donde se aprecian las concentraciones más importantes, pertenece al Ministerio de Fomento. También aboga por ir arrancándolas poco a poco de las carreteras, "porque ahí el control es más sencillo que en la naturaleza".De todos modos, Marta Lois apunta que la sociedad también puede combatir el plumacho retirándolo de sus propiedades, y en este sentido apela a la responsabilidad de las comunidades de montes.

El profesor de Biología Vegetal de la Universidade de Vigo, Luis Navarro, considera que la mejor solución para terminar con la planta "es cortar los pies de la planta desde la raíz y mantener la vigilancia durante varios años porque se puede reproducir".