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El CHOP trata a medio millar de personas con VIH, el 80% contagiadas por vía sexual

El área sanitaria es, tras A Coruña y Vigo, la que mayor número de casos declaró desde el inicio de la epidemia -Este año se diagnosticaron 10 nuevos -Se ha detectado un ligero repunte

Los doctores Juan Carlos Rodríguez y Ricardo Rodríguez Real. // Gustavo Santos

El Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, trata actualmente a más de medio millar de pacientes con el Virus de Inmunodeficiencia Humana, VIH. La mayoría de ellos, entre 450 y 490 están a tratamiento directo en los hospitales pontevedreses, mientras que entre 30 y 40 lo siguen desde la prisión de A Lama, en la que cumplen condena. Esto convierte a Pontevedra en el tercer hospital gallego con más número de casos "desde el principio de la epidemia, en 1984". Por delante se encuentran los de A Coruña y Vigo.

Los tratamientos son de carácter mensual. Los pacientes se acercan a la farmacia hospitalaria, ya que son medicamentos que solo se dispensan a través de este tipo de centros sanitarios, explica, Ricardo Rodríguez Real, jefe de sección de Enfermedades Infecciosas. "Además, hay algunos puntos de distribución, como el Hospital de O Salnés, para los pacientes de esta área. En algunos casos, también se distribuyen desde los centros de drogodependencia, para personas que no tienen medios para acercarse hasta Montecelo. En cualquier caso, quien los dispensa es la Farmacia del hospital", subraya.

Entre mediados de los años ochenta y el 2015 se diagnosticaron en el área sanitaria de Pontevedra 611 casos. "Ahora han disminuido mucho respecto a las décadas anteriores", destaca.

Respecto a la cuestión del contagio, las áreas costeras gallegas, como las de Pontevedra, O Salnés o Marín, registraron las tasas más altas por VIH de toda España. "Ahora la transmisión a través de las venas es quizás la menos prevalente porque predomina el contagio sexual. Se han invertido las cifras. Ahora el 80 por ciento de los contagios se producen a través de las relaciones sexuales, sobre todo homosexuales", recalca el responsable de la Sección de Enfermedades Infecciosas del CHOP. Esto ha provocado que los porcentajes de contagio ya sean similares en toda España.

Por el contrario, los contagios por consumo de drogas, que antes suponían el 80 por ciento, ahora se sitúan tan solo en un 15. El resto, un 5 por ciento, son contagios casuales, especialmente en el ámbito médico, de profesionales por accidente.

"En general, la mitad de los casos nuevos de VIH vienen dado por relaciones entre hombres", resume.

Obviamente, el tipo de contagio ha condicionado el perfil del portador de VIH y enfermo de Sida. "La mayor parte de los pacientes son jóvenes. Entre los 25 y los 40 años está el 75 por ciento de los nuevos contagios. Es un hombre joven, mayoritariamente homosexual y que, en la mayor parte de los casos, más del 60 por ciento, son personas que están sanas", afirma Rodríguez Real.

"Hay unas poblaciones especialmente expuestas, las compuestas por gente joven y mujeres. Ellas se contagian con más facilidad en las relaciones sexuales y, en general, la gente joven lo está por falta de información, inmadurez... Es el perfil del paciente que tenemos ahora", indica.

El año pasado, en 2016, el CHOP diagnosticó 12 pacientes nuevos. Este año, solo hasta septiembre, se han detectado 10, siete hombres y tres mujeres. "Es posible que haya más este año. Confirmaría un pequeño repunte que se ha venido sucediendo en los últimos años y que rompe la línea de caída drásticas de las décadas anteriores, en todas las comunidades autónomas", alerta.

Esto se debería, fundamentalmente, a las nuevas prácticas sexuales: "Parece que tiene que ver bastante con la práctica de relaciones sexuales atípicas, en grupo. Con contactos a través de las redes sociales... Son formas nuevas que facilitan el anonimato. La gente no se conoce, se cita por internet y tiene relaciones en grupo, a lo mejor de veinte personas. Con que un par de ellas estén infectadas, los contagios se multiplican".

En este sentido, el responsable de la Sección de Enfermedades Infecciosas insiste en que hace falta mucha información al respecto, sobre todo de la gente joven.

"La cuestión es que se ha perdido mucho miedo a la enfermedad. Pasó de ser una enfermedad mortal con unas consecuencias desastrosas a ser una enfermedad crónica, controlada... y, por ello, ha dejado de ser una alarma. No le tienen el mismo respeto", advierte el médico. "A la gente joven le faltó responsabilidad y también información".

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