Las obras de peatonalización y humanización de la céntrica calle de Castelao de O Grove ya están a la vuelta de la esquina. El gobierno socialista quiere que los trabajos comiencen en un plazo máximo de diez días, y aunque el período de ejecución previsto es de dos meses y medio, confía en que la constructora, "tal y como se comprometió", los finalice antes, "para de este modo causar las menores molestias posibles a los vecinos".

El alcalde meco, José Cacabelos Rico, reitera que mañana se efectuará la adjudicación definitiva de la obra, considerada "una de las actuaciones más importantes y ambiciosas de lo que va de mandato", como también "una de las más representativas de cuantas nos quedan por acometer en lo que resta del mismo".

Y no solo por el desembolso previsto -unos 400.000 euros-, sino también por lo que representa desde el punto de vista de mejora del centro urbano -es quizás la calle más popular- y porque se trata de "una obra vital para el futuro de O Grove, puesto que de esta mejora depende la posterior ejecución de proyectos similares en otras calles de nuestra villa".

Nueva reunión vecinal

En relación con esta mejora de la popularmente conocida como calle "Catorse" el regidor confirma que convocará una nueva reunión con los vecinos y comerciantes, al igual que ya hizo en dos ocasiones anteriores, primero para anunciarles y detallarles el proyecto y después para explicarles las razones que obligan a adelantar el comienzo de los trabajos.

La diferencia de esta nueva reunión vecinal es que el alcalde quiere que en ella estén presentes la Policía Local y representantes de la empresa adjudicataria, con el propósito de concretar los plazos y el modo en el que va a desarrollarse esta humanización de Castelao, buscando así el modo de molestar lo menos posible a los comerciantes y residentes en la zona".

Cacabelos incide también, y pide disculpas por ello, en que "esta no es la mejor época para realizar esta actuación", y menos aún teniendo en cuenta que entre el 5 y el 15 de octubre se desarrolla la Festa do Marisco y la afluencia de vehículos a la localidad es masiva.

Pero recuerda, como ya explicó personalmente a los vecinos, a quienes solicita "colaboración y comprensión", que "no queda otro remedio que empezar ahora", ya que hay disponible una subvención equivalente al 80% del presupuesto total de la obra y es preciso justificar la misma antes del 30 de noviembre si el Concello quiere conseguir el dinero, de ahí las prisas.

Para entender la importancia de esta mejora baste decir que el propio alcalde anunciaba en abril que se trata de "una transformación espectacular" del tramo de Castelao que va desde el "cruce do guardia" hasta la intersección con la calle Luis Casais.

Su intención no era otra que aplicar el modelo de ciudad implantado en Pontevedra, y así se lo hizo saber a los vecinos en una asamblea informativa.

Este plan de "humanización" embellecimiento y peatonalización" de la Castelao obliga a levantar totalmente la calle en el tramo aludido para renovar las canalizaciones subterráneas de saneamiento y abastecimiento.

Como se explicó en su momento "distribuye los espacios de una manera más equilibrada y favorable al viandante, creando una plataforma única con prioridad peatonal" conocida como zona de convivencia, habilitándose un carril central "para la circulación ocasional de vehículos, así como espacios limitados para la carga y descarga".

Por aquello de dar al vecindario una accesibilidad peatonal sin barreras arquitectónicas y reducir los espacios de circulación de vehículos, se apuesta por una peatonalización que a buen seguro tendrá continuidad en el futuro y que incluye la colocación de nuevo mobiliario urbano y una actuación importante en jardinería.

También se aplicarán criterios de eficiencia energética, por ejemplo con la colocación de nuevas farolas, dotadas de luminarias tipo LED. Se proyecta, igualmente, la retirada de las señales verticales y el fresado o demolición de pavimentos.

Entre los datos más concretos y llamativos del proyecto puede destacarse que se instalarán 21 jardineras cuadradas -para plantar otros tantos cerezos ( Prunus serrulata kanzan)- de sesenta centímetros de alto y cien de lado, construidas en chapa galvanizada en caliente de cinco milímetros de espesor, con tubos verticales rigidizadores y de anclaje al pavimento. Tendrán un bordillo de granito perimetral de 15 por 30 centímetros, achaflanado y con aristas biseladas, completándose la superficie ajardinada con corteza de pino.

Se decidió plantar cerezos "por su explosión floral tan vistosa, a principios de abril; por su bajo mantenimiento, ya que no necesita mucha agua; y por su resistencia, pues esta planta aguanta heladas en invierno y sequías de verano".

Asimismo, van a colocarse once bancos de granito de dos metros de largo, 0,55 metros de ancho y 0,42 metros de alto.