Los trabajadores del Consorcio Provincial Contraincendios ya han superado el mes de huelga para exigir que la empresa concesionaria, Matinsa, cumpla con las condiciones del servicio y atienda sus demandas laborales, pero la situación cada vez parece enrarecerse más, ya que denuncian que los incumplimientos afectan al mantenimiento y reparación de vehículos y de las herramientas que utilizan para desempeñar su labor.

Los representantes de los bomberos han puesto de manifiesto que la situación de abandono de los materiales y vehículos del consorcio es preocupante y que hay unidades que están paradas desde hace meses y herramientas de rescate sin arreglar desde hace años. Como ejemplo, indican que en la planta de Porriño no hay botella de aire para rescate de víctimas en incendios desde 2015 y su reparación cuesta apenas 250 euros.

En las dos sedes de la comarca de O Salnés, Ribadumia y Vilagarcía de Arousa, la situación es similar. En esta zona se habían puesto en marcha hace años dos unidades de rescate que ya son inexistentes por falta de interés de la concesionaria. Se trata de la unidad de rescate acuático con buzos profesionales preparados para un tipo de emergencia que suele producirse en una zona bañada por el mar. El caso es que los buzos del servicio de bomberos, para poder ejercer como tales deben acreditar reconocimientos médicos actualizados que la empresa ha querido ahorrarse.

Los bomberos de la comarca habían puesto en marcha en Ribadumia una unidad canina de rescate, pero la actual concesionaria tampoco estuvo dispuesta a ayudar en la alimentación de los perros, ni en los entrenamientos de los animales con sus adiestradores. En consecuencia, también se ha perdido este servicio.

En cuanto a la huelga, los delegados sindicales denuncian que durante este mes, lejos de acercar posturas, la situación entre los trabajadores y la empresa se está enrareciendo porque se siguen incumpliendo los servicios mínimos que decretó el consorcio provincial y se está obligando a los bomberos a realizar horas extras.