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Raquel Argibay Raposo: "El perfil del emprendedor es una mujer de 40 a 50 años con ideas en el sector servicios"

"En el apartado tecnológico la imagen del emprendimiento es la de un hombre de unos 30 años"

Raquel Argibay Raposo en las instalaciones del coworking de Vilagarcía. // Noé Parga

El apoyo y asesoramiento a emprendedores es uno de los servicios que ofrece el Coworking Dalle que Dalle a través de un programa promovido por el Concello de Vilagarcía. Esta cooperativa de trabajo asociado dispone de espacios para cursos, talleres y para que los primeros pasos de los pequeños proyectos empresariales. Consultas de psicóloga, logopeda, dietista, licenciadas en Derecho, tatuajes, terapias alternativas, firmas de actividades culturales, de idiomas y hasta de soluciones y materiales antihumedad están acogidas en sus instalaciones.

- ¿Cuánto tiempo lleva funcionando el coworking?

- Lleva funcionando ya tres años en Vilagarcía; abrió en la primavera de 2014.

- ¿Cómo surgió este proyecto?

- Fueron tres mujeres emprendedoras que se conocieron en un taller de formación y que tenían ganas de emprender un negocio. Congeniaron, se pusieron de acuerdo y les gustaba la idea del coworking que se estaba llevando a cabo en otras ciudades de España y en Santiago y en Vigo y decidieron montarlo en Vilagarcía. Se informaron y también decidieron hacerlo como cooperativa. Esta fue la primera cooperativa de trabajo asociado en Vilagarcía. Nos sentimos muy identificadas con la forma de trabajo de la cooperativa, en equipo y con opinión de todos los trabajadores. De hecho, este año nos han dado el premio a los valores cooperativos de la Consellería de Economía, Emprego e Industria de la Xunta de Galicia.

- ¿Fue difícil explicar este proyecto a la gente?

- Si, fue muy difícil. Aún a día de hoy muchas veces cuando digo que trabajo en un coworking me preguntan ¿co qué?. Alguna vez pensamos en cambiarle el nombre para algo más gallego, pero si dices cotraballo Dalle que Dalle tampoco se entenderá bien lo que es. Entonces seguimos con el nombre original. Es muy difícil porque la gente eso del trabajo en común no lo entiende mucho. De hecho, cuando se empezó aquí hace tres años se hicieron dos salas diáfanas, abiertas en un solo despacho, como funciona en Barcelona y en Madrid, pero aquí costó. Después hicimos reformas y cerramos en despachos, que funciona mejor. La gente necesita intimidad para tratar al cliente, porque el espacio abierto, aquí en Vilagarcía quizás es demasiado novedoso para nosotros. Poco a poco nos vamos adaptando a la demanda.

- ¿Y el primer proyecto que hicieron como empresa?

- Yo no soy de las socias fundadoras. Actualmente queda una, Susana Loroño Mondragón. Al marcharse las otras dos socias entramos Marcos Manuel Fernández Gondar y yo. Nosotras llevamos la gestión diaria del emprendimiento y él lleva la parte online de marketing y la web. Hubo pequeños talleres y ya en el primer año se empezó con el programa en colaboración con el Concello de Vilagarcía Emprende VGA.

- ¿Continúa la cooperativa?

- Sí, aunque cambiaron dos socios. Esto es muy bueno que la gente lo sepa porque muchas veces cuando planteamos a los emprendedores la posibilidad de una cooperativa tienen miedo porque les parece que es para siempre. Uno empieza y puede cambiar. Es un contrato más que se puede romper o modificar, se vuelven a firmar y no pasa nada. La empresa tiene vida propia.

- ¿Fueron duros los comienzos?

- En cualquier negocio que se emprende hay que ser muy activo para darse a conocer, no solo basta con ofrecer unos servicios porque la gente no sabe de ellos. Nadie nos conocía, así que hubo que hacer actividades, talleres gratuitos, para que la gente venga y sepa que es lo que hay. En ciudades grandes como Madrid y Barcelona están muy acostumbrados a este tipo de servicios. Este verano varios turistas de Madrid que estaban de veraneo en Vilagarcía utilizaron nuestros servicios para trabajar a distancia.

- ¿Y el proyecto Emprende VGA?

- También nos planteamos ayudar a los emprendedores y presentamos un proyecto en el Concello. El primer año Emprende VGA fue una toma de contacto, salió muy bien y por eso se ha repetido en los dos años siguientes. El Ayuntamiento quedó muy contento de los resultados. En la segunda y tercera edición fue aumentando la gente, cada vez va mejor.

- Este año sumaron a Emprende VGA los premios a los emprendedores ¿Cómo fue esa experiencia?

- Nos dimos cuenta de que estaba muy bien la formación y mentorización que se les daba, pero después quedaban solos ante el peligro otra vez. Entonces pensamos que sería bueno darles una ayuda económica, aunque sea poca, y tres meses de mentorización individual que empiezan ahora en septiembre. En estos primeros meses de puesta en marcha del proyecto, contar con un asesor que vaya encaminando es bueno para ir sin tantos tropiezos. Nosotros seguimos en contacto con los emprendedores que pasaron por aquí durante estos tres años. Formamos un grupo de networking y la gente nos hace muchas consultas. Se agradece mucho todo el apoyo porque muchos de los emprendedores que llegan aquí nos dicen que en casa les echan para atrás sus proyectos y después de pasar por aquí se van con los ánimos subidos. Hacemos también una labor de coach. Hay varios en el grupo que hicieron el Emprende el año pasado y los nuevos se motivan.

- ¿Suelen ser proyectos grandes o pequeños?

-Animamos a la gente porque a veces llegan emprendedores con proyectos buenos pero muy grandes que son difíciles de realizar en solitario. Les asesoramos para que formen grupo, cooperativa. En este último Emprende han surgido dos iniciativas que podrán llevarse a cabo de forma asociada. Esperemos que vayan adelante.

- ¿Esperaban la respuesta que hubo en la convocatoria de estos premios Emprende?

- Nosotros somos muy positivos y esperábamos tener iniciativas, lo que sí nos ha gustado mucho porque fueron muy diversas y muy buenas ideas. La gente tiene mucho entusiasmo en sus ideas, en llevarlas a cabo. Sorprende la gran capacidad de inventiva. Hay muchos del sector tecnológico, agrícola, turismo, emprendedores jóvenes y mujeres de mediana edad.

- ¿El perfil del emprendedor, hay más mujeres?

- Notamos que hay más mujeres emprendedoras. El perfil es de una mujer de 40 a 50 años, muchas veces ama de casa, con hijos ya criados que necesita compatibilizar la vida laboral y familiar, no encuentran trabajo, y buscan la alternativa mediante el emprendimiento de una pequeña empresa. Generalmente son profesiones de servicios. Y también mucha gente joven, especialmente hombres hasta 30 años en el ámbito tecnológico.

- ¿Cuántos emprendedores pudieron haber pasado por vuestros servicios?

- A través del programa Emprende VGA unos 60 y otros 20 por el coworking. Cada año va creciendo la actividad. Ahora sí que nos consideran como una buena asesoría porque ven que los proyectos que han pasado por aquí están funcionando y que les va bien.

- ¿Llegan con propuestas novedosas?

- Insistimos a los emprendedores que en su proyecto tienen que innovar y diferenciarse. Hay que ofrecer algo distinto para fidelizar a los clientes.

- ¿La experiencia del coworking de Vilagarcía de Arousa se copia en otros municipios?

- En Cambados nos pidieron asesoramiento y al final el Concello hizo su propio coworking. En O Condado-Paradanta han visto como funciona el Emprende VGA y nos pidieron colaboración y asesoramiento para realizar uno similar allí. En relación con esto estuve el martes en Mondariz dando una charla sobre los tres años del proyecto que desarrollamos con el Concello.

- ¿Hay en marcha algún nuevo proyecto?

- Tenemos dos proyectos en mente que queremos lanzar, pero aún los estamos madurando y en estos últimos meses del año los daremos a conocer.

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