| La parroquia vilagarciana de Rubiáns puso fin ayer a tres días de fiestas en honor a Santa Plácida y San Ramón. Y lo hizo con una comida campestre organizada por la asociación de vecinos, un animado desfile de carrozas y, ya por la noche, con la verbena a cargo de las orquestas Marbella y A Fórmula. En el desfile participaron seis carrozas con vecinos de todas las edades, ataviados con disfraces de todo tipo. Desde emoticonos, campesinos, integrantes de una extrovertida charanga, mariquitas o una peculiar pareja que celebraba sus bodas de oro. No fueron pocas las personas que asistieron como público a este desfile que recorrió las principales calles de la parroquia, entre ellas el campo de la fiesta, frente al centro sociocultural. La marcha estuvo amenizada por los divertidos Terribles de Arousa.