Cada primer lunes de septiembre, las calles de San Roque do Monte, en Vilanova de Arousa, se convierten en un circuito improvisado en el que los burros y sus jinetes toman el protagonismo. Ataviados al más puro estilo Fórmula 1, el día de ayer no fue una excepción. Ocho pollinos, con sus ocho jinetes masculinos, se presentaron en la parrilla de salida ubicada ante la pequeña capilla de San Roque do Monte.

Nada más darse la salida para dar dos vueltas al circuito, la carrera se volvió a convertir en el duelo que se ha repetido en las últimas ediciones: Chulo por un lado y Felipe por el otro. El primero venció en 2015 y el segundo lo hizo el pasado año, por lo que en esta edición tocaba el desempate. En esta ocasión, el mejor fue Chulo, cuyo jinete era Óscar Sotelo, que suma su segundo entorchado, aunque tan solo por unos cuerpos de ventaja, los que pudo sacarle a un Felipe al que guiaba Iván Mariño. El tercer clasificado quedó muy lejos de los dos primeros.

El duelo volvería a repetirse tan solo unos minutos después en la carrera de jinetes femenina, con una parrilla compuesta de tan solo cuatro burros, por la ausencia de gente dispuesta a guiarlos. Otra vez Chulo volvió a ganarle la partida a su rival tras completar una sola vuelta al recorrido. Al podio también se subió Chipi.

La carrera fue seguida por cientos de personas y en ella apenas se registraron incidencias, más allá de alguna caída por no conseguir mantener el equilibrio sobre el animal.

Tras la carrera se celebraron varias actividades en un campo de la fiesta que está presidido por una imagen del animal que siempre reina en las fiestas de San Roque do Monte. El evento festivo finalizará hoy, con una discoteca móvil que pondrá el colofón a cinco días de celebraciones en el pequeño lugar de Vilanova de Arousa.