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El uso de la parcela de Vilaxoán para la guardería destapa tuberías no registradas

El Concello invierte 150.000 euros en el desvío de las redes de saneamiento y pluviales y resuelve así otros problemas de anegamiento en zonas próximas al lavadero vilaxoanés

El ingeniero Óscar Álvarez, los ediles Lino Mouriño y Paola María y el arquitecto Iago Fernñández. // I. Abella

Las catas sobre el terreno situado junto al campo de fútbol de Vilaxoán destinado para la construcción de una nueva guardería municipal pusieron al descubierto la existencia de tuberías de saneamiento y de pluviales que no estaban documentadas en el Concello de Vilagarcía y que nadie imaginaba que atravesaban una parcela municipal. Los técnicos tuvieron que realizar un trabajo complejo para descubrir estas redes y redactar un proyecto para desviarlas y garantizar la segura acometida de las obras del edificio infantil.

El proyecto técnico ya ha sido terminado y ayer se presentó oficialmente con un presupuesto de 150.000 euros. La inversión será asumida de inmediato con cargo a la partida habilitada en el Presupuesto municipal de este año para obras de saneamiento.

En la actualidad la obra está en fase de presentación de propuestas que serán analizadas y adjudicadas en el transcurso de la próxima semana. Los concejales de Obras, Lino Mouriño, y de Urbanismo, Paola María Mochales, confían en que los trabajos puedan comenzar lo antes posible, en el transcurso de este mes para el desvío de las tuberías. Una parte de esta actuación podrá simultanearse con las obras de construcción de la guardería municipal de Vilaxoán que ha sufrido un retraso como consecuencia del descubrimiento de las antiguas redes.

Los técnicos municipales, el ingeniero Óscar Álvarez y el arquitecto redactor del proyecto de la guardería Iago Fernández, explicaron ayer que las tuberías no solo no estaban documentadas en el Concello sino que eran viejas, de fibrocemento y en algunos casos estaban rotas o agrietadas.

Una de las redes era de pluviales y llevaba el agua a las cercanías del lavadero para seguir después en una única tubería hacia el mar. En época de fuertes lluvias, en esta instalación se producía un reflujo que causaba inundaciones, llegando el agua a las puertas de las casas más próximas. Los vecinos protestaron y se hicieron obras, sin dar con la solución porque se desconocía el verdadero problema que quedó descubierto con las catas del terreno de la guardería.

De hecho llegaron a aparecer al quedar atascada la cámara por control remoto utilizada para conocer el estado de la red.

La concejala de Urbanismo espera que el edificio de la guardería pueda estar listo para el curso del próximo año, tal como era el plan del gobierno municipal, aunque las obras no estarán a final de año; algo que el Concello abordará con la Diputación.

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