Los padres de la unitaria de Xil (Meaño) están molestos con la Consellería de Educación por "la jugada" que consideran ha realizado la administración autonómica con el proceso de cierre de esta escuela rural. Y es que según el relato de las familias, "el último día de plazo anotamos al sexto niño necesario para mantener abierta la unitaria, y lo hicimos con la autorización de la inspectora de Educación". Se trata del hijo de la profesora del centro.

Hasta ahí todo normal. El problema llegó cuando a la hora de elegir destino, los docentes no tenían la posibilidad de escoger la escuela de Xil. Los padres pusieron en conocimiento de la Consellería esta anomalía y se incluyó este centro que al menos dos maestras eligieron como primera opción. Una de ellas fue la profesora que ya había dado las clases el curso pasado en la unitaria meañesa y que había matriculado a su hijo en ella. "La Consellería abrió Xil como destino para los docentes durante apenas 24 horas, y después ya no existía esta opción, cuando con anterioridad ya había seis alumnos matriculados que garantizaban la apertura del centro", explica Camiña, uno de los padres.

Recalca que los seis matriculados figuran en el Xade, la aplicación informática oficial de la Consellería de Educación.

Por tanto la profesora de Xil no pudo repetir destino en esta escuela, teniendo que elegir su segunda opción, que era Solobeira, en Vilagarcía. Esto significa que la maestra se lleva a su hijo consigo y que la matrícula en la unitaria de Meaño cae a cinco alumnos, una cifra insuficiente para que el centro educativo pueda continuar con actividad.

"Cuando los docentes eligieron destino ya teníamos seis alumnos y sin embargo la administración no permitió que los profesionales pudiesen escoger la unitaria de Xil", insiste Camiña.

Ahora la solución que ofrece la jefatura territorial que dirige César Pérez Ares es, según las familias afectadas, dotar a la infraestructura educativa de un profesor durante los primeros quince días de clase siempre que haya seis alumnos. "Esto lo hacen para quedar bien, porque saben que al marchar la profesora para Solobeira se lleva a su hijo con ella como es lógico y nos quedamos con cinco niños", opina Camiña. Actualmente esos cinco menores de 3 a 5 años no tienen plaza para escolarizarse en el curso que está a la vuelta de la esquina. Y es que "hasta el 1 de septiembre [hoy] no se pueden matricular en ningún lado", señala el padre. Si la unitaria de Xil echa el cerrojo como todo parece indicar, los niños se repartirán entre centros escolares de Meaño, Dena y Barrantes.