Un año más el Ejército de Tierra elige O Grove para preparar a sus soldados. Más concretamente a los trece militares que van a participar en la XXXI Campaña Antártica, que como se explicó en ediciones anteriores es una misión de carácter eminentemente científico que se desarrolla en el Polo Sur, exactamente en la base española Gabriel de Castilla, situada en la isla Decepción.
Los soldados van a permanecer en O Grove desde el lunes hasta el viernes próximos con la intención de desarrollar la fase de instrucción en materia de navegación, familiarizándose así con las embarcaciones neumáticas y los trajes de supervivencia que van a emplear en el continente helado.
El perfil medio de estos militares es el de un profesional de 43 años y con 24 de experiencia militar, en al menos cinco destinos diferentes. Todos están "altamente especializados y cualificados, con una media de tres misiones internacionales a sus espaldas y un buen nivel de inglés". Fueron elegidos entre casi doscientos voluntarios y la mayor parte están casados y tienen, de media, dos hijos.
Como en años anteriores se ha elegido O Grove buscando las condiciones meteorológicas y oceanográficas más propicias, ya que se espera formar a los soldados en la costa de San Vicente golpeada por el Océano Atlántico.
Las playas mecas les servirán, por tanto, para entrenarse "en el manejo de embarcaciones neumáticas del mismo estilo de las que tendrán que utilizar en las frías aguas polares", resultando esta formación "esencial para garantizar la seguridad de los científicos que año tras año estudian en el continente helado la flora y fauna de este desconocido territorio".
Desde el Ejército de Tierra señalan que durante las jornadas de formación en O Grove los militares mejorarán sus conocimientos "en navegación y movimiento, normas de seguridad y reglamentos de marcas y señales", al igual que "realizarán prácticas de montaje y desmontaje de embarcaciones a motor, manejo de las mismas en las maniobras de entrada y salida de las playa, empleo de GPS, saltos al agua, natación y utilización de trajes de supervivencia".
Se trata, en consecuencia, de las mismas nociones que se impartieron a los militares que ya pasaron por San Vicente en los últimos años, en todos los casos para formarlos y garantizar el bienestar de los propios soldados y los científicos en la isla Decepción.
De este modo España quiere mantener su presencia física en el territorio antártico, "en cumplimiento de los acuerdos suscritos por nuestro país en el marco del Tratado Antártico y sus Protocolos".
Además el Ejército de Tierra colabora así con el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad "en las labores de investigación científica realizadas en la isla Decepción y otros lugares del territorio antártico".
Otro de los objetivos es "mantener en adecuadas condiciones de uso las instalaciones, material y equipo de la Base Antártica Española Gabriel de Castilla para el desarrollo de los trabajos de investigación y experimentación".
Sin olvidar el desarrollo de proyectos de investigación y experimentación para el propio Ejército de Tierra, donde resaltan la importancia que esto tiene para "dar a conocer a la sociedad en general, al mundo científico y a la institución militar en particular, nuestra presencia y actividades en la Antártida".
