La organización de la Festa da Ameixa aseguró a sus empleados -en esta última edición- por primera vez en sus 25 años de historia. Así, durante los 24 años anteriores el personal eventual que trabajó en este evento gastronómico no tenía contrato ni estaba dado de alta en la Seguridad Social, según reconoce el propio patrón mayor de la cofradía de Carril, José Luis Villanueva. "Cada año vamos mejorando y este contratamos a los trabajadores para darles más cobertura. Hay que decir que en la mayoría de las fiestas gastronómicas no se asegura a la gente y que hay personas que no quieren trabajar dadas de alta en la Seguridad Social", justifica el organizador.

Trabajadores de la Festa da Ameixa como Álvaro Rico Padín denuncian que aunque en esta 25ª edición los empleados han estado asegurados por la cofradía, la nómina fue de 6,10 euros líquidos. "El resto, 150 euros, lo cobré en efectivo en la sede de la agrupación de parquistas firmando un recibo del que no me dieron copia", relata este ayudante de cocina que afirma haber trabajado dos horas el viernes y diez el domingo -el propio día de la fiesta-.

En este sentido el patrón carrilexo se muestra tajante y quiere dejar claro que "ni en la cofradía ni en la agrupación de parquistas hay ni un céntimo de dinero negro ni fuera de control, sin contabilizar". "La bandera de ambas entidades es la transparencia y la legalidad", defiende Villanueva, quien recalca que la Festa da Ameixa "siempre da déficit, todos los años". "Es una fiesta promocional, es imposible recaudar todo el dinero que se gasta", agrega.

A ello hay que sumar que esta edición ya nació atropellada, inmersa en un conflicto entre la organización y el Ayuntamiento de Vilagarcía que se prolongó hasta el propio día de la fiesta. O mejor dicho, hasta la actualidad, pues la cofradía y la agrupación de parquistas (cada organismo financia un 50% de la fiesta) todavía deben arreglar el paseo marítimo que deterioraron los camiones del montaje de la fallida verbena de la París de Noia. Están a la espera del permiso de Costas para comenzar la reparación.

Villanueva apunta que con motivo de los desencuentros con el Concello, "este año ha sido excepcional en gastos extra", como el plan de autoprotección exigido por Ravella, la contratación de la ambulancia y del personal de seguridad, etc. "Las raciones también las servimos más abundantes de lo habitual y mantuvimos el precio", añade el patrón.

Una plantilla de 40 personas

En la Festa da Ameixa trabajan unas 40 personas aproximadamente. La mayoría son trabajadores contratados para la ocasión, pero también hay personal fijo "de la lonja, de la cofradía y de la agrupación", asegura José Luis Villanueva.

En este sentido, Álvaro Rico, empleado de la fiesta durante los últimos cinco años, denuncia que la organización "ha prescindido este año de gente que llevaba muchos años trabajando en la fiesta pero que no era de la cuerda de Villanueva". El patrón replica que "no se apartó a nadie". "Traté de ser imparcial pero no voy a mantener a nadie que quiere boicotear la Festa da Ameixa", aclara con rotundidad. "Además había gente que no estaba interesada en estar dada de alta en la Seguridad Social", insiste.

Este año ha estado coordinando a la plantilla una persona que nunca antes había trabajando en este evento gastronómico declarado de interés turístico gallego. Villanueva explica que "las prisas de este año" le impidieron "buscar a gente experimentada en la fiesta".