Las precipitaciones registradas ayer fueron tan débiles que saben a poco al sector vitivinicultor; cooperativas como Martín Códax se suman en O Salnés a las operaciones de recolección, iniciadas con más fuerza en las subzonas productoras de O Condado y O Rosal; y el producto introducido ya en los depósitos confirma la excelente calidad que se pronosticaba.
Así puede resumirse lo que está dando de sí este primer fin de semana de una vendimia que en la Denominación de Orixe Rías Baixas puede rondar los 38 millones de kilos, e incluso acercarse a los cuarenta millones.
Una quincena de bodegas están ya en plena actividad y obtuvieron ya el primer millón de kilos de uva prácticamente entre el miércoles y ayer. A mediodía se habían puesto a buen recaudo 781 toneladas, de las cuales alrededor de 500 pertenecían a los viñedos de la subzona de O Condado.
De lo que no cabe duda, al analizar los primeros racimos recolectados, es de que la calidad es "muy buena", acorde con un año especialmente propicio para el desarrollo productivo del viñedo.
No hay que olvidar que el mildiu, el oidio o la botritis son patologías frecuentes en los viñedos que a pesar de la creciente profesionalización del sector pueden arruinar una cosecha. Sin embargo durante la campaña que ahora toca a su fin, con la recolección, pasaron prácticamente desapercibidas, sin duda gracias a la ausencia de precipitaciones intensas y la soleada primavera.
La productividad de las cepas gracias a las condiciones meteorológicas durante el ciclo vegetativo y la consiguiente ausencia de plagas es tan importante que, como se explicaba hace días, este año puede producirse una segunda vendimia para recoger el fruto de los llamados nietos, que además también empiezan a madurar.
EFA
Lo confirman los técnicos de la Estación Fitopatológica de Areeiro (EFA), sabedores de que el mildiu apenas se dejó ver este año, y si bien es cierto que tuvo momentos en los que se presentó como una amenaza firme, "fue perfectamente controlado por las aplicaciones fungicidas".
Tampoco el oidio causó daños, aunque las condiciones meteorológicas le fueron favorables en diferentes momentos del año. Pero "la realidad es que apenas tuvo incidencia, a excepción de en las plantas más sensibles de las variedades tintas", detallan en la EFA.
Los mismos técnicos aclaran que la botritis "tampoco representa una amenaza importante", lo cual se debe a que se trata de "un patógeno directamente relacionado con condiciones meteorológicas caracterizadas por la humedad, apenas existente, y por daños previos en las uvas que tampoco se produjeron gracias a la ausencia de lluvias".
Tanto es así que "incluso variedades tan sensibles como la treixadura o la loureira presentan racimos libres de este hongo en la mayoría de los casos".
Sequía
Así pues, el único problema al que se enfrenta el viñedo es la sequía, de ahí que se anticipara tanto la maduración y se produzca la recolección entre tres y cuatro semanas antes de lo habitual. Y de ahí, también, que viticultores y bodegueros esperaran como agua de mayo las lluvias que se anunciaban para este fin de semana, y que en caso de ser intensas o persistentes podrían ayudar a hidratar la uva y a rebajar la acidez.
El hecho de que no cayera agua con la intensidad deseada -al menos ayer-, deja un sabor agridulce entre los productores y transformadores, pero al menos el sector se conforma con la citada ausencia de enfermedades, ya que esto va a permitir obtener la segunda mejor cosecha de la historia de Rías Baixas.
Ya no va a parar
Así pues, la vendimia está lanzada en esta denominación de Origen y ya no va a detenerse, incrementándose las operaciones a partir de mañana y de manera notable el fin de semana que viene.
Por tal motivo, los técnicos de la EFA realizaron el jueves la última revisión de sus parcelas de seguimiento y la ampliaron a otras fincas productivas con el propósito de hacer una evaluación final del estado de la uva, recogiendo también muestras de uva en parcelas donde ya comenzó la vendimia.
La conclusión principal que puede extraerse, abundando en lo anteriormente expuesto, es que el producto se encuentra en óptimas condiciones. A esto puede añadirse que las muestras tomadas en Albeos (Crecente), dentro de la subzona de O Condado, arrojan una graduación alcohólica de 11,96, mientras que en As Neves se ronda los catorce grados. En la comarca de O Rosal la finca de Eiras ofrece un resultado de 10,32 y en las mediciones realizadas en Areeiro se superan los doce grados.
Mención especial merece la comarca de O Salnés, que es la principal subzona productora de Rías Baixas. En este caso los controles efectuados por la EFA en las parcelas de Castrelo (Cambados) hablan de una graduación alcohólica de 12,4.
