Los cuatro días de convivencia de esta tercera edición han servido además de para desconectar, para visitar parajes como A Barosa e intercambiar experiencias sobre el día a día en la lucha contra la atrofia muscular espinal, lo que ha servido a las familias de aliento, animadas en todo momento por la presidenta de GaliciAME, una de las mayores luchadoras a nivel nacional de esta dolencia, siempre dispuesta a conseguir fondos para la investigación de la enfermedad.