La vendimia de 2017 está lanzada, y como se explicaba ayer también en la Denominación de Origen (DO) más importantes de Galicia y una de las principales de España, la de Rías Baixas. Pero a pesar del notable adelanto de fechas propiciado por el soleado clima de la pasada primavera -las operaciones comienzan hasta tres y cuatro semanas antes de lo sucedido en años previos-, la recolección arranca a un ritmo lento, a la espera de que lleguen unas lluvias que el sector considera como "agua de mayo".

Y lo mismo consideran los técnicos del Consello Regulador, sabedores de que la uva, aunque "goza de una calidad extraordinaria", se encuentra actualmente un tanto deshidratada -después del calor de las últimas semanas-, por lo que "unos días de lluvia ahora pueden resultar altamente positivos".

Tanto bodegueros como viticultores señalan, a este respecto, que las tímidas precipitaciones que se anuncian para este fin de semana -y se esperan también para el siguiente- "son una bendición", ya que ayudarán a hidratar la uva -y en consecuencia a lograr más vino-, reducirán la acidez -mejorando el resultado final del producto- y la limpiarán, eliminando las impurezas propias de los últimos tratamientos fitosanitarios aplicados, hace ya algunas semanas.

"Ya no hay riesgo"

Básicamente el sector vitivinicultor explica que "ya no hay riesgo de que la uva contraiga enfermedades o plagas que mermen la producción por lo que toda la lluvia que llegue ahora será bien recibida".

Baste como ejemplo las reflexiones de Isidoro Serantes, gerente de la bodega Bouza do Rei (Ribadumia), quien al ser preguntado por la incidencia de las lluvias que se anuncian espeta: "Será estupendo; buenísimo para todos".

Y acto seguido concreta que "no es mucha el agua que se anuncia, pero toda la que venga será buena porque ayudará a limpiar la uva y a reducir la acidez; lo ideal sería que lloviera durante todo el fin de semana".

De ahí que en esta bodega, como hacen todas las demás -alrededor de 180 en el conjunto de la Denominación de Origen Rías Baixas, miren al cielo y sigan atentamente las predicciones meteorológicas, ya que de ellas va a depender el grado de intensidad que se aplique a la vendimia e incluso la elección de la fecha para empezarla y terminarla.

En el caso concreto de Bouza do Rey quieren "esperar a estas lluvias antes de empezar a vendimiar", por eso barajan la fecha del 10 de septiembre como idónea para el arranque de su campaña.

No obstante, la uva no madura en todas las subzonas productoras por igual, ni tampoco lo hace al mismo tiempo en todas las parcelas de un mismo espacio geográfico, de ahí que los viñedos del sur de la provincia, los de O Condado y O Rosal, volvieran a ser los más madrugadores.

Pero a ellos se sumaron ya las primeras parcelas y bodegas de la subzona más importante de esta DO, O Salnés, donde algunas firmas vitivinícolas empezaron a recoger uva para elaborar sus espumosos o para los llamados "pies de cuba", que es como se conoce el proceso mediante el cual se recoge una tímida cantidad de racimos para que pueda comenzar la fermentación y después facilitar este proceso cuando toda la uva esté en los tanques.

A estas alturas puede decirse, con datos actualizados a mediodía de ayer, que habían iniciado la vendimia una decena de bodegas de Rías Baixas y que se habían introducido en los tanques alrededor de 200.000 kilos.

Esto demuestra que la recolección no ha hecho más que empezar, ya que las previsiones apuntan a la recogida de cerca de 38 millones de kilogramos de uva, aunque en buena lógica esta cifra dependerá de las lluvias que se avecinan, pues "si son importantes incluso podrían rondarse finalmente los 40 millones", o al menos eso creen algunos bodegueros consultados.

De lo que no hay duda es de que el ritmo de entrada de uva en bodega aumentará de forma notable el fin de semana que viene, y sobre todo en los siete días posteriores, a medida que se sumen a las operaciones las demás bodegas adscritas y, sobre todo, las firmas más representativas.

Pazo Rubiáns y Mar de Frades

Entre ellas se encuentran las cooperativas cambadesas Condes de Albarei y Martín Códax. En este último caso, por ejemplo, comienza la recolección esta semana para elaborar los espumosos y desarrollar proyectos de investigación como los que lleva a cabo en sus viñedos de Pé Redondo, aunque la vendimia propiamente dicha, la que servirá para poner a buen recaudo el conjunto de la producción, empezará en la primera semana de septiembre.

Sin salir de la comarca de O Salnés puede decirse que sí han empezado otras marcas conocidas, como las bodegas Pazo de Rubiáns (Vilagarcía) y Mar de Frades (Meis), para las que ayer se recogían racimos en parcelas como las cambadesas de Couto de Abaixo (Castrelo) o las vilanovesas de Baión, respectivamente.

Ni que decir tiene que a medida que se incremente el ritmo de recolección también cobrarán protagonismo los jornaleros -entre 6.000 y 8.000- contratados para recoger la uva de esta que va a convertirse en la segunda mejor cosecha de la historia de Rías Baixas.

De ella, si todo transcurre según lo previsto, saldrán alrededor de 26 millones de litros de albariño, tal y como pronostican los técnicos del Consello Regulador.

En resumen, que en los viñedos de Galicia, y en los de la provincia pontevedresa en particular, la actividad recolectora empieza a ser intensa.

Hay que tener muy presente que Rías Baixas agrupa 4.044 hectáreas de viñedos que se reparten en 21.774 parcelas pertenecientes a 5.515 viticultores. Aunque la vendimia no es algo exclusivo de dicha marca de calidad y diferenciación, sino que en esta época del año también se vuelcan con la recolección otros muchos miles de productores y bodegas -sobre todo familiares - ajenas a la DO.