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La captación de Umia garantiza el suministro

La escasez de lluvias y el elevado consumo de agua en la temporada estival han dejado al embalse de Vilagarcía al 20,56%, lo que se traduce en la ocupación más baja -a estas alturas del año- de los últimos siete veranos, según se desprende de los datos recogidos en los boletines hidrológicos de Augas de Galicia.

Si bien la capital arousana es un municipio turístico, este mes de agosto la presencia de visitantes ha sido más importante que en años anteriores, según aprecian tanto desde el comercio como desde la hostelería locales. Así, el tirón turístico contribuye a un incremento del consumo de agua y por tanto al vaciado del embalse de Castroagudín, la principal fuente de abastecimiento de la ciudad.

En la baja ocupación de la presa de O Con también influye su capacidad, la menor de toda la comunidad autónoma, pues solo puede almacenar 0,26 hectómetros cúbicos de agua.

Los datos oficiales publicados por Augas de Galicia ponen de manifiesto que durante la tercera semana de agosto del año pasado el embalse vilagarciano se situaba en un 29,19%. En 2015 estaba lleno en un 22,22% y en 2014 en un 36,44%.

La excepción fue el año 2012, cuando en pleno verano la presa de Castroagudín tenía un 73, 64% de agua, un nivel más propio del otoño o incluso del invierno. Habitualmente a mediados de agosto la ocupación del embalse de O Con suele oscilar entre el 22% y el 35%.

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