En el aserradero de Valga visitado ayer por la conselleira aseguran que defienden la promoción de una gestión forestal sostenible "que ayude a preservar la superficie de los bosques y asegure una compra responsable de materias primas".

Esto implica garantizar "que no adquirimos, procesamos, ni vendemos madera proveniente de fuentes conflictivas, ilegales o pertenecientes a especies amenazadas o en peligro de extinción".