La Guardia Civil investiga un sabotaje ocurrido ayer en viñedos situados en el entorno del lugar de O Moucho, situado a caballo entre la parroquia de Saiar (Concello de Caldas de Reis) y Vilagarcía de Arousa, donde aparecieron destrozados viñedos en una superficie de aproximadamente 30.000 metros cuadrados.

Se trata de fincas pertenecientes a al menos nueve propietarios que ahora se sienten "arruinados" e incapaces de abastecer a las bodegas a las que suministran uva habitualmente, situadas tanto en la comarca de Caldas como en la de O Salnés.

Sistema de conducción

Lo que sucedió fue que alguien se dedicó a destrozar los viñedos -parece que la parcela más pequeña entre las afectadas tiene 6.000 metros cuadrados- atacando directamente al sistema de conducción de las plantas.

A diferencia de lo sucedido con otros sabotajes, cuando los atacantes cortan directamente las cepas, lo que hicieron esta vez los autores de estos hechos -teniendo en cuenta la superficie afectada se deduce que fueron varios- fue cortar directamente los alambres que sujetan a las cepas, de ahí que acabaran desplomándose al suelo y, en muchos casos, rompiendo.

Hay que tener en cuenta que se trata de cepas ya productivas -con alrededor de doce años-, por lo que están completamente llenas de racimos; y más después de un año tan bueno como el actual en cuanto a producción de uva.

Fue precisamente ese peso el que hizo que las plantas se cayeran inmediatamente una vez cortados los alambres, al igual que hizo que se desplomaran muchos de los postes de sujeción.

Esto supone que los viticultores afectados tienen que emplearse ahora a fondo para levantar las cepas que sean susceptibles de ser recuperadas, mientras que las dañadas deberán ser podadas o, en el peor de los casos, sustituidas por cepas nuevas y, por tanto, improductivas.

Las pérdidas, según dicen los viticultores afectados, "son enormes", aunque será un perito ya contratado a este efecto el que se encargue de realizar la estimación final.

En cualquier caso los perjuicios aumentan teniendo en cuenta que buena parte de las plantas son de la cotizada variedad albariño y estaban prácticamente listas para ser vendimiadas, en cuestión de dos o tres semanas.

Parece evidente que el ataque "se produjo en el peor momento posible", ya que "está todo destrozado y la vendimia se va al traste", declara uno de los damnificados.

Con la esperanza de que la Guardia Civil, que ayer buscó pruebas en la zona, pueda dar con los autores de estos hechos, los productores afectados indicaron tras constatar la magnitud de los daños que desconocen las causas que pudieron haber movido a los atacantes.

No obstante, y aunque sea solo una hipótesis, algunos vecinos barajaban la posibilidad de que el sabotaje obedeciera a "algún tipo de represalia" después de los problemas vividos con los caballos mostrencos tanto en Saiar como en Castroagudín (Vilagarcía).