El puerto deportivo de Pedras Negras alberga desde hace días a algunas de las embarcaciones que entre hoy y el domingo van a participar en la X Regata das Illas Atlánticas para barcos clásicos y de época; un acontecimiento de proyección internacional que cuenta entre los deportistas participantes con la presencia de Rey emérito, Juan Carlos I.

El Club Náutico de San Vicente, organizador del evento, recibe desde hace días a esas primeras tripulaciones, siendo las más madrugadoras las de la clase 6 Metros Fórmula Internacional (6M FI); flota en la que se integra el barco de Don Juan Carlos.

Ignacio Montenegro, presidente de la entidad, les da la bienvenida y anima a los grovenses, a los gallegos en general y a cuantos turistas se encuentran estos días en la comunidad a desplazarse a San Vicente para ver de cerca tanto esas naves como la llamativa competición que se desarrolla en aguas atlánticas, considerada "un maremágnum de deporte, cultura marítima y promoción turística".

Así lo explica el propio Montenegro, que incide en el aspecto más lúdico, turístico y promocional de esta prueba diciendo que permite disfrutar de los "inmensos atractivos de los espacios naturales de Galicia, pues la regata se desarrolla en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas, al abrigo de las Cíes, Sálvora y Ons".

El punto neurálgico no es otro que el puerto de San Vicente y la ensenada de A Lanzada, lo cual constituye "un aliciente más" para los participantes, que pueden "recorrer esas islas y recalar en los muy diversos puertos que jalonan las rías de Arousa, Pontevedra y Vigo".

Desde el punto de vista más deportivo, el propio Montenegro presenta esta regata como "una competición disputadísima" que en ediciones anteriores ganaron barcos "de una notabilísima historia".

Cita como ejemplo al Acacia, un 6 Metros Fórmula Internacional que fue el primero de los barcos clásicos patroneado por el Rey Juan Carlos I, que además compitió el año pasado en la prueba grovense y hoy regresa al municipio meco.

Un monarca emérito, dicho sea de paso, que en 2016 "hizo gala de todas esas cualidades por las que es conocido, participando activamente en todas las actividades paralelas a la regata".

La prueba, por cierto, está además "integrada en el Campeonato Galego de Barcos Clásicos y en la que se puede obtener la máxima puntuación, de forma que ganar aquí casi asegura ese título".

Pero al margen de tratarse de una cita de interés deportivo y turístico, la competición organizada por el Club Náutico de San Vicente es también una apuesta por la preservación del patrimonio y la cultura marítima tradicional.

A este respecto, Ignacio Montenegro destaca que se trata de "un espejo de la cultura marítima propia e internacional, pues participan barcos de muy diversas épocas y desde los tradicionales gallegos adaptados al ocio, como dornas o galeones, hasta barcos diseñados por los más excelsos diseñadores internacionales".

El más claro ejemplo de esa defensa de la cultura marítima y la internacionalización de este proyecto es que el año pasado la dorna grovense Irmandiña realizó la travesía desde la costa francesa de La Rochelle hasta el puerto de San Vicente do Mar, "haciendo ese recorrido hasta el norte de Galicia en unas asombrosas 55 horas al lado de dieciséis cruceros franceses e ingleses clásicos, de gran renombre y de muy superior eslora", recuerda Ignacio Montenegro.