La falta de aparcamientos en el casco urbano de O Grove está propiciando en las últimas semanas muchas molestias a los usuarios de garajes en la localidad. A diario las salidas se ven obstruidas por vehículos que pasan varias horas aparcados en las zonas amarillas reservadas a los garajes, o incluso delante mismo de los portales. Pero lo que más irrita a los propietarios es la falta de un servicio de grúa que pueda dar solución a esta problemática, algo que podría pagarse, según apuntan con los impuestos que se el concello recauda del pago de sus vados permanentes. Al tratarse de una concesión municipal por la que se paga una importante cantidad anual, los usuarios se ven en su derecho de obtener respuestas.

En repetidas ocasiones tanto los distintos grupos políticos de la oposición como los habitantes del municipio han solicitado que el servicio de grúa, que funcionaba hace algunos años, se volviese a poner en funcionamiento para ayudar en el cumplimiento de las normas de tráfico en la localidad, pero a pesar de ser un lugar que multiplica el número de habitantes y por ende el de vehículos, en la temporada estival, la grúa ni está ni se la espera.

Exijen soluciones

Los vecinos reclaman medidas al concello, y hartos de encontrarse día tras día con el mismo problema, dado que pagan religiosamente los 365 días del año, exigen saber en que se invierte su dinero, "si cuando tienen un problema de este tipo no tienen un servicio a la altura", además no descartan tomar medidas para que se les escuche.

El mes de agosto está siendo especialmente conflictivo al respecto, hasta el punto de que algunos usuarios han tenido que utilizar el servicio de taxi para poder acudir a sus trabajos habituales ante la desesperación, según apuntan, de que ni siquiera la policía local acuda en su ayuda. Otros, con un poco más de paciencia y menos prisa por sacar el coche, dejan notas en los vehículos mal aparcados pidiendo por favor que los retiren porque causan molestias.

Si el problema ocurre de noche las críticas se agudizan puesto que no hay policía en esas horas, dejando patente la indefensión de vecinos ante cualquier molestia que acontezca. "Lo malo es si tienes una urgencia, debes ir al médico o al hospital con tu coche y no puedes salir", asegura una vecina de una de las calles más céntricas de la localidad, ante la impotencia de no saber como actuar, "y aquí nadie hace nada".

Aunque ahora se ve multiplicado, el problema no es nuevo, pero los vecinos están ya hartos de reclamar tanto verbalmente como por escrito al ayuntamiento para que nada cambie. A pesar de todo, lo primero debe ser concienciar a locales y visitantes de que la normativa de tráfico está para cumplirse y no para saltarse "cuando tienen que hacer recados", apunta un asiduo veraneante.