La Festa da Auga llegó con dos días de antelación a la Escuela Municipal de Vilagarcía. Los escolares acudieron ayer en la guardería equipados con chanclas, bañadores, toallas e incluso manguitos para disfrutar de una particular fiesta del agua hecha a su medida.
Esta fiesta, que se comprende dentro del programa de actividades estivales de la escuela, es una forma de hacer partícipes a los más pequeños de esta tradición vilagarciana que, dada su repercusión y asistencia masiva, dificulta la participación de los más pequeños que se ven eclipsados ante la muchedumbre concentrada en el centro de Vilagarcía el 16 de agosto.
El buen tiempo no acompañó la celebración, pero eso no fue excusa para unos niños que llegaron a la guardería con muchas ganas de chapotear y empapar a sus compañeros. Divididos en dos grupos, primero los de uno a dos años y después los de dos a tres años, los pequeños enfilaron su salida hacia el patio de la escuela para disfrutar de una mañana pasada por agua y repleta de carreras, globos y mucha diversión. Durante los meses de verano la guardería acoge a una media de 90 niños que van desde los cero hasta los tres años, de los cuales alrededor de 70 participaron en este particular San Roque, mientras que los bebés se quedaron en el interior de las instalaciones.
Los menos calurosos se intimidaron con las nubes y optaron por quedarse a parte de la fiesta, aunque los otros niños no se lo pusieron nada fácil. Los más atrevidos no dudaron en coger los calderos y globos para empezar una guerra de agua contra los compañeros y los propios monitores del centro, quienes también disfrutaron con esta particular Festa da Auga.
