La Policía Local de A Illa tuvo que acudir durante la mañana de ayer al centro de salud de la villa, después de que un médico les llamase para denunciar que había sido víctima de una "agresión verbal" de un paciente. Según el facultativo, el hombre acudió pidiendo que se le recetase un medicamento en concreto que le habían aconsejado en la sanidad privada, y él le respondió que según su criterio profesional le haría la misma función otro distinto.

Siempre según la versión del médico, como no se ponían de acuerdo, el doctor propuso como alternativa gestionarle una consulta con un especialista de la sanidad pública, de modo que fuese éste último quien determinase si al paciente le iría mejor el medicamento propuesto por el médico privado o el que le quería recetar él. Pero al parecer, esta posibilidad no sirvió para arreglar las cosas, y el vecino se encaró con él, tanto en la consulta como en la puerta.

"Me estuvo insultando", afirma el facultativo. Lo que hizo fue llamar a la Policía Local, pero cuando llegó al punto la dotación el paciente -un hombre de unos 70 años- ya no se encontraba en el edificio. El médico avanza que va a denunciarlo porque "aunque entiendo el enfado de los usuarios por la falta de personal en la sanidad pública, lo que no puedo es admitir todo".

Y es que según este médico, aunque una disputa verbal pueda parecer poco como para movilizar a la Policía Local, este tipo de situaciones se han hecho tan frecuentes que "a lo mejor algún día pasa algo grave". "Los médicos estamos ahora mismo al pie de los caballos por culpa de la falta de personal o por las normas relativas a la prescripción de los medicamentos genéricos", añade.

El galeno que denunció la presunta agresión verbal está haciendo una sustitución en A Illa. Habitualmente él trabaja en servicios de Urgencias, y asegura que "este tipo de incidentes son diarios".

Más de 40 pacientes

El afectado considera que "falta concienciación" en la sociedad sobre el papel que juegan los médicos. "Prestamos un servicio a la sociedad, aunque quizás no podamos hacerlo con la dedicación que nos gustaría. Estamos sobresaturados de trabajo". Según sus datos, durante la mañana de ayer vio a más de 40 personas. En algunos centros de salud, a las puertas de las consultas cuelgan carteles instando a los usuarios a ser pacientes y a no abrir la puerta antes de ser llamados, así como abogando por el diálogo y el buen entendimiento entre las partes, para evitar de ese modo las agresiones al personal sanitario.