Dos agentes de la Guardia Civil de O Grove resultaron heridos mientras reducían y detenían a un joven de la localidad al que sorprendieron cuando, presuntamente, agredía a su padre y su hermano.

Parece que el individuo autor de este episodio, de 25 años y que responde a las iniciales B.P.D, estaba "totalmente fuera de control", supuestamente a causa de la ingesta de alcohol y/o drogas.

Los hechos tuvieron lugar a última hora del domingo en el lugar de Reboredo, donde residen el detenido y los familiares a los que estaría agrediendo en el momento de la llegada de las fuerzas del orden.

Cuando el individuo se percató de la presencia de los guardias intentó agredirlos y salió corriendo hacia el interior de la vivienda con intención evidente de coger un cuchillo.

La rápida intervención de los dos guardias impidió que alcanzara el arma blanca. Se produjo en ese instante el forcejeo en el que resultaron heridos, con numerosos golpes y contusiones por todo el cuerpo.

Una vez controlada la situación los agentes requirieron la presencia de una ambulancia y un equipo médico para que suministrara algún tipo de tranquilizante al protagonista de esta reyerta. Pero era tal su estado de excitación que antes de calmarlo tuvieron que pincharlo hasta en tres ocasiones.

Finalmente B.P.D. fue detenido y trasladado en la citada ambulancia hacia el centro hospitalario de Montecelo, en Pontevedra, desde el que ayer, dependiendo del cuál fuera su estado físico y mental, iba a ser trasladado para prestar declaración judicial.

Lo sucedido en esta ocasión parece no causar demasiada sorpresa, ya que el citado individuo ya protagonizó otros altercados anteriores.

Uno de ellos tuvo lugar hace unos años en la discoteca La Luna, en Cerponzóns, donde junto a un hermano destrozó dos vehículos de la Policía Nacional y agredió tanto a agentes como a los porteros de dicho negocio.

B.P.D. tenía entonces 21 años, y su hermano, 26. La Policía Nacional de Pontevedra los detuvo entonces tras una reyerta que acabó con varios trabajadores de la discoteca agredidos, al igual que los propios policías.

Uno de aquellos agentes recibió fuertes golpes en el tabique nasal y acabó con un labio partido, heridas por las que tuvo que recibir asistencia en un centro hospitalario.

Cuando los agentes lograron reducir a los dos individuos y mientras los introducían en el vehículo policial uno de ellos rompió el piloto trasero derecho del coche patrulla con una fuerte patada.

Ya dentro destrozaron por completo la mampara del coche patrulla y una de las ventanillas "al golpearse ambos reiteradamente con la cabeza durante su traslado a la Comisaría", según indicaban en aquel momento fuentes policiales.

A los dos grovenses se les imputaron en aquella ocasión los delitos de atentado a agente de la autoridad, resistencia, desobediencia y daños, que es prácticamente lo mismo a lo que se enfrenta de nuevo el menor de ellos, tras el altercado del domingo en Reboredo.