| Ayer fue lunes, y aún así era casi imposible avanzar en coche por la grovense avenida de Beiramar. La escena, que recuerda mucho a las que se viven casi a diario durante la Festa do Marisco, deja clara la importancia del actual puente vacacional para esta localidad arousana. Desde el Concello apelan a la comprensión de los conductores en general, y de los vecinos mecos en particular, sabedores de que "ahora mismo no cabe ni un alfiler en nuestro pueblo".
