"No hay duda de que se trata del fin de semana más importante del año para nosotros", proclamaban ayer diversos hoteleros y restauradores consultados en la comarca. "Es el más intenso de la temporada, por eso ya no cabe ni un alfiler en el pueblo", apostillaban desde el gobierno de O Grove.
Este es el resumen que puede hacerse en O Salnés una vez superada la primera parte del puente festivo y después de que ayer se alcanzaran temperaturas de hasta 35 grados centígrados en diferentes puntos; aunque fueran algunos menos en las estaciones de observación dependientes de Meteogalicia.
Entre los registros oficiales alcanzados en esas estaciones meteorológicas destacan las máximas marcadas en Simes (Meaño), con 33 grados; Pé Redondo y Armenteira, en Meis, donde superaron los 32; A Lanzada (O Grove) y Barrantes (Ribadumia), por encima de los 31; y Sanxenxo, con 30 grados.
Evidentemente estas altas temperaturas propiciaron que las playas volvieran a estar a tope. Y claro, como a esto se sumaba la celebración de fiestas en diferentes puntos de la comarca, las consecuencias no se hicieron esperar, a modo de retenciones viarias.
Como el sábado, ayer volvieron a ser importantes los atascos durante todo el día, y en prácticamente todos los destinos turísticos. A modo de ejemplo, decir que los accesos a Vilanova y A Illa desde la vía rápida Vilagarcía-Cambados estuvieron colapsados durante buena parte de la mañana, repitiéndose las retenciones al final de la tarde.
"Empleé diez minutos en recorrer con mi coche un tramo de doscientos metros cuando trataba de salir de la vía rápida para dirigirme a la fiesta gastronómica de A Illa", explica uno de los conductores atrapados en los embotellamientos.
Su enfado seguro que resultaba equiparable al de muchos de los que padecieron las retenciones en los accesos a la playa de A Lanzada y al Concello de O Grove desde la Autovía do Salnés y la vía rápida de Sanxenxo.
Los problemas registrados el sábado, cuando las retenciones se extendieron incluso a la autovía, volvieron a repetirse ayer.A Toxa
Mucho más relajados estaban, sin duda, los que consiguieron llegar temprano a destinos como la isla de A Toxa, que volvió a lucir su mejor imagen y donde los paseos por los jardines y zonas arboladas resultaban especialmente recomendables para mitigar el calor.
Una vez más hay que hacer especial hincapié en lo que está sucediendo en O Grove porque este fin de semana está considerado como uno de los momentos más importantes del año, lógicamente junto con la Festa do Marisco que se desarrolla en octubre.
El puente festivo hace que la localidad meca esté prácticamente desbordada y que resulte misión casi imposible encontrar una plaza de alojamiento. El alto índice de ocupación hotelera se hace extensivo al conjunto de la ría de Arousa.
