Un verano más el Concello de O Grove adoptó medidas trascendentales para proteger al chorlitejo patinegro que no siempre son bien entendidas por los usuarios de las playas. Mantener las algas sobre la arena o retirar las papeleras para que se deposite la basura solo en los contenedores de cabecera de las zonas de baño son dos de las acciones desplegadas para evitar la presión sobre la especie y proteger los nidos. Como lo es la decisión de retirar las máquinas cribadoras de las zonas más sensibles y afrontar una limpieza manual de residuos en las zonas de baño.

De esto también se informa en la campaña llevada a cabo a pie de playa para transmitir a vecinos y visitantes la conveniencia de colaborar con la preservación de la conocida como "píllara das dunas", a la que se presta especial atención con el Proyecto de Inversión Ornitológica (PIO), donde una y otra vez inciden en "los beneficios que tienen las algas varadas en la orilla".

En este sentido, la concejalía de Medio Ambiente explica desde el PIO que "estamos acostumbrados a considerar las playas como parques de ocio o meros objetos de consumo, pero ni son espacios artificiales ni simples extensiones de arena estéril, sino que se trata de ecosistemas naturales y vivos, por lo que deben tratarse de forma respetuosa y cuidadosa para que conserven su buena salud, de la que todos nos beneficiaremos".

Y las algas no son más que "los bioindicadores del buen estado de conservación de las playas, ya que les aportan múltiples beneficios", como por ejemplo, convertirse en "hábitat y alimento de más de 50 especies de macroinvertebrados -algunos de ellos protegidos por leyes europeas-, que a su vez son el alimento de distintas aves, entre ellas el chorlitejo patinegro". Esto supone que "si esas poblaciones de animales consumidores de algas están en buen estado serán ellos los encargados de eliminarlas de forma natural de la arena".

Además, "os nutrientes que liberan las algas varadas en la orilla vuelven finalmente al mar, fertilizándolo y favoreciendo su productividad".

Otra ventaja de las algas es que "retienen la arena arrastrada por el viento y son las encargadas de fertilizar también las plantas dunares pioneras, propiciando así la formación de dunas que, a su vez, protegen la costa de la erosión del mar y del viento; si las dunas se destruyen, las playas tienden a erosionarse y desaparecer".

Así las cosas, desde el Concello de O Grove advierten de que "si las algas depositadas en las orilla se eliminan artificialmente se está provocando una grave alteración ecológica, dando lugar a arenales estériles e insalubres".

Todo esto tiene especial significación en A Lanzada, perteneciente a la Red Natura 2000, al Complejo Ons-O Grove y a la Reserva Ornitológica de SEO/BirdLife.

Este arenal "está clasificado en el Plan de Conservación da Píllara das Dunas de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta como Área Prioritaria de Conservación o lo que es lo mismo, espacio vital para la supervivencia del chorlitejo patinegro", reiteran en el Concello.

Es por ello que se eliminó de esta zona de baño la máquina cribadora, se sustituyó por la limpieza manual y selectiva, se retiraron las islas de contenedores que atraían depredadores y, en definitiva, se ejecutaron acciones tendentes a proteger a la "píllara" que hacen de O Grove "un ejemplo de que la conservación del patrimonio natural es perfectamente compatible con el turismo de sol y playa".