El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, pasó ayer de puntillas por la polémica, a pesar de que salpicó en varios aspectos al Concello. En declaraciones realizadas a los medios en la inauguración de la Festa do Mexillón e o Berberecho, señaló que "esperamos que entre la sensatez y no se malogre la ilusión de la juventud". "Cuando las cosas se resuelven no me gusta entrar en polémicas", añadió. Finalmente, aseguró que el miércoles habló tres veces por teléfono con la conselleira do Mar, Rosa Quintana, que es la responsable superior de Portos de Galicia. Y según el alcalde, la conselleira "tuvo que implicarse personalmente" en la resolución del conflicto.