Para la primavera de 2018 , la carretera de San Vicente será objeto de una remodelación integral que dará prioridad a peatones y ciclistas. Así lo confirmaban ayer la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, y el alcalde de O Grove, José Cacabelos, en la firma del convenio en el que está contemplada la obra que se ejecutará en los próximos meses, que señaló que es uno de los convenios más importantes de su mandato, "y un compromiso electoral de este gobierno".

Se trata de una apuesta por la movilidad, que será financiada en su mayor parte por la entidad provincial, concretamente en un 80%, con una inversión de 540.000 euros, según ha explicado el regidor del municipio. En una apuesta por la movilidad sostenible, esta intervención contempla la realización de una senda de en la que puedan convivir tanto peatones como ciclistas, y en los lugares en los que esto no sea posible "se instalará una plataforma única", señalaba ayer el diputado provincial de Mobilidade, Uxío Benítez. Además de ello se instalarán medidas para calmar el tráfico, como badenes y pasos de peatones. Tanto el objetivo del gobierno municipal como el de la "nueva diputación", como ha subrayado Silva, apuestan por viales seguros y tranquilos en los que puedan convivir todos los medios de transporte.

El proyecto se realizará en 900 metros de carretera, entre el cruce con la carretera provincial EP-9101 y la iglesia de San Vicente, que se dividirá en tres tramos diferenciados. Dos de ellos estará formados por una vía en la que circularán tanto bicicletas como peatones, delimitado por señales luminosas y con una rodadura diferente a la del hormigón. Aquí la velocidad máxima será de 30 kilómetros por hora. En el tramo más cercano a las viviendas, se instalará una plataforma única, con prioridad para los peatones y en la que los vehículos no podrán circular a más de veinte kilómetros por hora, y donde el uso peatonal estará delimitado por señales luminosas. Según ha explicado Benítez la apuesta por este tipo de plataforma se debe a que "el ancho de la vía no es suficiente para hacer aceras en condiciones", ha dicho.

Será en este tramo en el que se instalen un total de cinco pasos de peatones elevados, "y diez reductores físicos de velocidad de vehículos" para garantizar la seguridad de las personas.

Patrimonio

Pero estas no serán las únicas novedades en la parroquia, puesto que también se procederá a actuar en el entorno de la Iglesia de San Vicente, donde se instalarán balizas de iluminación, y se mejorarán los accesos. En este caso se trata de una puesta en valor del patrimonio cultural de San Vicente, de cara a los miles de turistas que vistan la localidad cada año. El espacio se redefinirá mediante adoquines y piedra, y además, se instalarán bolardos. Para completar el cambio se plantarán tres cipreses y se mejorará la red de drenaje.

El diputado provincial aseguró ayer que Patrimonio ha dado ya el visto bueno a la obras, que afectan a elementos como la iglesia o el cruceiro, por lo que en los próximos días se iniciará la licitación de la obra, que tiene un plazo de ejecución de cuatro meses. Es, según Cacabelos, un proyecto ejemplar que pretende "tratar a los vecinos del rural como si viviesen en el casco urbano".