Cambados puso ayer el broche de oro a la 65ª edición de la multitudinaria Festa do Albariño con el tradicional Xantar en el Pazo de Torrado que reunió a unos 600 comensales. En los postres se desvelaron los ganadores de los prestigiosos premios que otorga el Consello Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas a los mejores albariños. Este año la medalla de oro fue a parar a O Rosal, concretamente a Quinta de Couselo por la elaboración de "Turonia", un vino "100% albariño cuyas ventas están orientadas fundamentalmente hacia el exterior", declaró el representante de esta pequeña bodega, David Martínez, tras recoger el galardón de la mano del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Quinta de Couselo ya fue distinguida en anteriores ediciones de este concurso de cata, al igual que ocurre con la ganadora de la medalla de plata, la bodega Gran Vinum -ubicada en San Miguel de Deiro, Vilanova-, que fue premiada por su vino "Esencia Diviña", un caldo "vivo, intenso, aromático y varietal", definió el enólogo Cayetano Otero, quien admitió que la recepción de este galardón "tiene mucho prestigio a nivel local y da un pequeño impulso a las ventas".
El tercer premio también se quedó en O Salnés, exactamente en Meis. Así, Mar de Frades se estrenó en el podio de los mejores albariños, gozando de alegría por partida doble, pues su enóloga gerente, Paula Fandiño, fue distinguida unas horas antes por el Capítulo Serenísimo como Xoven Albariñense. "Nuestro vino es atlántico, fresco, cítrico y salino. Queremos reflejar el mar, la ría de Arousa", ensalzó la premiada.
Durante la comida en el Pazo de Torrado también intervinieron el presidente del Gobierno gallego, Núñez Feijóo; la alcaldesa de Cambados, Fátima Abal; el diputado provincial David Regades y el pregonero, el destacado científico Ángel Carracedo.
Un científico
El experto mundial en genética confesó a los cambadeses que en un primer momento dudó si aceptar la invitación para ejercer de pregonero. "Yo no soy Cunqueiro ni otros pregoneros ilustres", opinó. Fue un mensaje del escultor local Manolo Paz el que le motivó a dar el paso.
El hecho de que el gobierno municipal eligiese "a un médico y científico para dar el pregón significa que la investigación se va haciendo popular y goza de un reconocimiento que antes no tenía", dijo Carracedo para agradecer "el gesto" del cuatripartito.
Una vez aceptado el reto, tocaba ponerse manos a la obra para redactar el pregón, y el investigador decidió leer a Cunqueiro y ahondar en la genética del Albariño, pero ninguna de las dos cosas le dio resultado. "Entonces pensé que qué mejor manera de inspirarme que abrir una botella de albariño", confesó, arrancando las carcajadas de los comensales. "El vino con moderación favorece la creatividad", agregó, al tiempo que admitió haberse dado cuenta durante la preparación del pregón "de lo mucho que tienen en común hacer vino y medicina".
Coronado, "nuevo cambadés"
Por su parte, el jefe del ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo -que compartió mesa presidencial con el diputado David Regades, la alcaldesa Fátima Abal, el presidente del Consello Regulador Rías Baixas, Juan Gil de Araújo, o el notario del concurso de vinos- elogió el trabajo de los viticultores y bodegueros en particular y al pueblo cambadés en general, pues "Cambados es un lugar especial, de escultores, de poetas, un lugar de mujeres y hombre insignes. Y a partir de hoy José Coronado es un cambadés más", dijo al público de Torrado el presidente de la Xunta, que agradeció al afamado actor y a la actriz Beatriz Serén -nuevos cabaleiro y dama del Albariño- que "presten su imagen" para promocionar "el vino gallego más internacional", del cual se exportan tres de cada diez botellas.
Por su parte, el diputado David Regades reconoció sentirse en Cambados "como en casa" y quiso destacar el reconocimiento de Cidade Europea do Viño, una candidatura "que en la Diputación no tuvimos ninguna duda en apoyar". "Felicito al gobierno de Cambados por su tesón", trasladó a su compañera de partido y regidora del municipio, Fátima Abal.
La alcaldesa se encargó de abrir boca a los discursos institucionales del Xantar, poniendo el acento en "una edición histórica por partida doble": por la longevidad de la fiesta y el título de Cidade Europea do Viño. Abal hizo un repaso histórico desde los inicios del "xantar", que nació como "una cena entre amigos" para poco a poco ir creciendo hasta convertirse "en el acto central de esta fiesta", y no escatimó en elogios, a excepción de la Xunta, que no la nombró.
