En la parroquia de San Vicente de O Grove hay un tramo de 1.500 metros cuyas construcciones históricas y etnológicas "resumen la historia de Galicia". Es por ello que el club náutico, presidido por Ignacio Montenegro González, ha puesto en marcha una campaña para conseguir la protección de este espacio declarándolo Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto Histórico.

Se trata de "un sitio único, imposible de encontrar en otros lugares de un modo tan plástico, concentrado y significativo", aseguran los impulsores de la medida.

Por eso creen que reúne las condiciones para ser declarado Conjunto Histórico, que según marca la ley se refiere a una "agrupación de bienes que conforman una unidad de asentamiento, continua o dispersa, con una estructura física representativa de la evolución de una comunidad que sea un testimonio cultural significativo por interés artístico, histórico, arquitectónico, arqueológico, etnológico, industrial o científico, aunque individualmente los elementos que la conforman no tengan una especial relevancia".

La entidad náutico-deportiva, que de este modo refuerza su apuesta social y la defensa del interés general, ya logró el apoyo del pleno de la Corporación después de haber entregado a los munícipes un documento justificativo que también fue presentado a los grupos políticos parlamentarios, a Costas y a la dirección xeral de Patrimonio.

Medidas de protección

En ese escrito se pide, básicamente, que se incoe expediente para la declaración como Conjunto Histórico del espacio comprendido entre Punta Castriño y Area Grande, adoptando en consecuencia todas las medidas de protección que sean necesarias.

La campaña puesta en marcha por el Club Náutico de San Vicente se lanzó hace unos días, coincidiendo con la presentación de la escultura que representa la moneda del siglo XII encontrada en el yacimiento arqueológico de O Carreiro.

Fue en ese foro donde se explicó que el tramo de 1.500 metros entre Punta Castriño y la playa de Area Grande encierra unos "valores culturales e históricos" tan significativos que bien puede albergar un centro de interpretación, además de dar cabida a variadas actuaciones "que permitan la visita al entorno" y el conocimiento de los citados elementos previa creación de un paseo vertebrador.

Sería, consideran Ignacio Montenegro y su equipo, "un foco de atracción increíble que beneficiaría a los propietarios actuales y enriquecería la historia de San Vicente de O Grove y de Galicia".

Estas reflexiones podrían justificar por sí solas la declaración de la zona como Conjunto Histórico. Pero es que, además, en caso de no actuar de este modo "este importante espacio terminará desapareciendo, ya que la mayor parte está amenazado y afectado por la construcción de casetas y chiringuitos ilegales que afectan y destruyen el patrimonio cultural", advierten en el Club Náutico de San Vicente.

¿Pero que es lo que tiene de especial este espacio? En el Club Náutico citan como ejemplos el yacimiento conocido como O Castriño, las fábricas salazoneras, el yacimiento arqueológico de Adro Vello, un molino de río, la iglesia parroquial y su casas rectoral.

No cabe duda de que el elemento más conocido es el citado yacimiento en la playa de O Carreiro, donde "además de los restos de un cementerio y una iglesia están superpuestos los de una villa romana y una fábrica de salazón".

La necrópolis "se remonta a la Baja Edad Media y llega hasta la Edad Moderna, quedando en desuso en el siglo XVIII".

La entidad que preside Montenegro incide también en la presencia de los restos de una torre "que posiblemente formaría parte del sistema defensivo integrado también por las de A Lanzada, San Sadurniño (Cambados) y Catoira para proteger Santiago frente a los ataques de los piratas sarracenos y normandos".

En el citado club inciden en la presencia de Adro Vello porque lo consideran "el más claro ejemplo de maltrato y abandono del patrimonio" en la parroquia.

"Irresponsabilidad absoluta"

Prueba de ello es que en su día se construyó una carretera que invade el yacimiento y se autorizó la construcción de una casa "a pesar de la extraordinaria importancia de este espacio y sin que ninguna administración se atreviera después a ampliar las excavaciones realizadas eliminando dicho vial".

Es, concluyen, "una situación de irresponsabilidad absoluta de los organismos con competencias en la protección del patrimonio", a pesar de que en la actualidad "aún se pueden encontrar fácilmente restos óseos, trozos de barro cocido y otros elementos que hablan de la importancia de este yacimiento que, sin embargo, se saquea a diario".

Junto a este yacimiento destacan por su trascendencia histórica y social las industrias salazoneras existentes en la parroquia de San Vicente, y más concretamente en el tramo a proteger mediante esta estrategia.

A este respecto, el Club Náutico explica que "hay una serie de edificaciones de piedra cuyo origen no está estudiado tras las cuales se sitúan los viejos edificios de las fábricas de salazón, reconocidos ya por la Lei de Patrimonio Cultural de Galicia como bienes etnológicos y que en este caso concreto conforman un conjunto de gran belleza plástica".

Se cree que estas fábricas, situadas encima de las playas, "podrían convertirse en un lugar espectacular, incluso desde un punto de vista turístico", si se instala una pasarela de madera entre Punta do Castriño y Adro Vello, para seguir por A Barcela, Area Grande y el entorno de la iglesia.

Se completarían así los 1.500 metros de distancia antes aludidos y se convertiría toda la zona en un gran museo a cielo abierto, para deleite de vecinos y visitantes y esplendor de la parroquia y el conjunto de la localidad meca.