El islote Guidoiro de Areoso, es además de un preciado tesoro natural, un espacio con un importante valor patrimonial a juzgar por el yacimiento arqueológico que ha quedado al descubierto en las últimas semanas. La isla retrata de manera perfecta la evolución geológica y también la intervención humana hace miles de años. Los trabajos hacen pensar que hace aproximadamente 3.500 años, el nivel del mar se situaba entre 5 y 7 metros por debajo, por lo que se piensa que hubo una presencia humana importante, aunque más tarde el islote se quedó aislado, y no hay constancia de cultivos en el lugar. Que la huella humana posterior fuese escasa, hace pensar, según explicaba ayer el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, que los restos encontrados "tienen un nivel de alteración temporal muy bajo, lo que propicia que la información sobre la ocupación humana sea muy interesante.

La investigación que en estos momentos se lleva a cabo en el islote se centra en una zona concreta, la llamada Mámoa 4, la de mayor tamaño de todas las que se han encontrado hasta el momento. En ella se puede ver por ejemplo un dolmen que data del año 4. 200 a.c., pero no es el único de los tesoros que la excavación ha sacado a relucir. Los trabajos hacen pensar que hubo asentamientos funerarios en la zona, pues recientemente los arqueólogos encontraron alguna mandíbula, y otros restos metálicos, además de estructuras cerámicas y una gran cantidad de plástico, algo que llama la atención, pues hay desperdicios que datan de los años 80, aunque por supuesto también hay residuos recientes, dado que la isla recibe durante esta época un gran numero de visitas, lo que perjudica de manera muy negativa el entorno.

Los trabajos que se realizan en Guidoiro Areoso, y que está previsto terminen en el mes de septiembre, cuentan con una inversión de 70.000 euros que Patrimonio ha destinado a la zona para recuperar la máxima información posible sobre los restos encontrados. Hasta la zona se han desplazado especialistas de varias universidades, y se estima que sea, según ha subrayado Rodríguez, "uno de los yacimientos de mayor valor arqueológico de los que existen actualmente en Galicia".

Los primeros pasos en la isla se dieron ya en el 2016, cuando comenzaron las tareas de documentación en las mámoas 3 y 4. En ese momento se habían realizado también trabajos de prospección intensiva. Se recogieron en ese momento, sobre todo fragmentos cerámicos y objetos líticos, lo que también se está poniendo de manifiesto en la "Mámoa 4". La isla ha dejado al descubierto un total de cinco monumentos megalíticos y cinco estructuras de cajas realizadas con piedra, e indicios de ocupación durante la Edad de Bronce y el Neolítico.

Este tipo de labores determinarán, además, cuando se empezaron a formar las dunas en la isla, puesto que la cantidad de conchas, tanto de mejillón como de ostras que se han encontrado estos últimos días hacen pensar que la arena no habría llegado hasta esta zona en concreto, según las conclusiones de los expertos.

Durante las próximas semanas el equipo que lleva a cabo la intervención en la zona seguirá extrayendo información para determinar si por ejemplo el yacimiento fue afectado por la erosión del mar, y despejar así algunas de las miles de dudas que surgen acerca de la formación del islote.

Cortegada

Román Rodríguez aprovechó para señalar que se están invirtiendo cerca de 40.000 euros en Cortegada para poner en valor y consolidar la estructura de la iglesia. Tanto el conselleiro como la directora xeral de Patrimonio, María Cruz Insúa, han valorado muy positivamente el hallazgo del altar, y han asegurado que en el futuro se llevarán a cabo muy probablemente nuevas actuaciones con el fin de documentar el patrimonio existente.