Fiestas como las de San Roque y el Albariño son muy positivas para la hostelería, pues la afluencia de gente se multiplica por muchos enteros esos días. Pero, ¿también lo es para las tiendas? En Vilagarcía creen que sí, mientras que en Cambados la sensación generalizada es la contraria.

La cambadesa Carmen Iglesias considera que la razón estriba en el tipo de público que acude a la Festa do Albariño. "La semana de fiestas es malísima para los comercios de ropa. Aquí la gente viene de fiesta, a comer, a beber y a los conciertos, no de compras".

En otras ocasiones, comerciantes de la villa apuntaron que otra razón de que las ventas se desplomen durante esos días es que el tráfico se vuelve mucho más complicado debido a que la circulación se corta en parte del centro urbano.

En Vilagarcía, en cambio, realizan una lectura completamente diferente. Álvaro Monteagudo plantea que "aunque en la semana de San Roque se suele trabajar dos días menos suele ser muy buena. Se nota la afluencia de gente". Y Vicente Abalo afirma que "la primera quincena de agosto suele ser buena".