Otro mecanismo de prevención de incendios forestales son las brigadas que constituyen los ayuntamientos en verano en base a un convenio con la Consellería do Medio Rural que les permite contratar a personal para vigilar y cuidar los montes.

En el caso de Vilagarcía, la cuadrilla todavía se puso ayer en marcha debido a la renuncia a última hora de la persona seleccionada para ocupar el cargo de capataz. El Concello convocó un nuevo procedimiento, pero quedó desierto y no fue hasta el pasado viernes, en una tercera y última convocatoria, cuando se pudo contratar al jefe de la brigada.

El equipo, formado por un capataz, tres peones y un conductor, comenzó ayer a funcionar. Tocó teoría, asistiendo a un curso de formación. Será esta tarde cuando comience la parte práctica, con salidas al monte.

Los brigadistas tienen un sueldo muy bajo que se verá incrementado en 200 euros al mes según un reciente acuerdo plenario.