El albariño "Lagar de Candes", del bodeguero meañés Eulogio Gondar se hizo con la Vide de ouro" del XX Encontro co Viño de Autor. Un fallo que daba a conocer, a cada edición más tarde, que es esta ocasión pasada ya la medianoche. Como Vide de plata el panel de cata designó al "Casal de Flores" de la bodeguera Pastora Besada (Simes), y Vide de bronce para "O Ferrollo" de Fernando Meis (Dena), intercambiando las tres firmas las posiciones de las vides de 2016.

Un "Lagar de Candes" que es de los caldos más galardonados en el último lustro del certamen, no en vano cosechara ya un primer premio en 2013, la "vide de plata" en 2016 y la de bronce en 2014. Su promotor Eulogio Gondar reconocía que "obtener este tipo de galardones en la tierra de uno, siempre tiene un sabor especial, porque a mí me satisface más que nada el ser reconocido por los vecinos, ser profeta en la tierra".

Un premio que el bodeguero dedicaba "a mi mujer y mis hijas, por cuanto, aunque soy yo el vive dedicado plenamente a la viña y la bodega, el trabajo de ellas es vital en muchos momentos, un premio así reconoce a la labor de toda una familia al completo".

La bodega, impulsada por el él con 36 años en 2002, que embotella actualmente 17.000 botellas y es, con diferencia, la firma del Encontro que más apuesta por la internacionalización. "Hemos hecho en el último año un esfuerzo grande para colocarnos en la exportación -afirma-, con presencia ya en cinco países a través de un convenio con un distribuidor, y es que pensamos que el futuro va por ahí". Sobre el futuro, reconoce que no proyecta ampliar "sino que el objetivo es seguir es consolidarnos en base a mejorar la calidad".

El vigésimo Encontro co Viño de Autor se saldó al final con una cifra de 1.500 botellas vendidas, una cifra similar a la de las última ediciones que parecen marcar su techo. Unas ventas que han satisfecho a los organizadores en un año complicado dada la premura con se organizó el evento.

En la noche del domingo el Encontro dilucidaba las dos finales de los campeonatos de "debullar millo á man" y "fondar barriles". El primero fue a parar a las manos del Eduardo Viñas, que fue el más rápido en desgranar las quince espigas dispuestas en las cestas de los tres finalistas.

No era la primera vez que el joven de Dena, sudoroso y hasta con heridas en sus manos por el esfuerzo, se hacía con los 100 euros del primer premio.

Por su parte en el de "fondar barriles" el premio recayó en una final apretada en Óscar Meis "Chopi", un joven de tan sólo 16 años que mostró su destreza con la maza. Tanto él como Jesús Seijas, completaron su labor en los 10 minutos programados y tuvo que ser un jurado de expertos el que se decantara por el que realizó los mejores ajustes.

Un galardón éste que el joven ya había cosechado en 2015, con tan sólo 14 años, y que reconocía que "no lo entreno en casa, porque hoy todo son cubas de acero inoxidable, por lo que las únicas prácticas las hice durante la tarde en el exterior de la carpa con los barriles con los que íbamos a competir en el concurso", asegura.