Mejorar la imagen de Vilagarcía mediante la limpieza de sus calles es el objetivo que se han marcado comerciantes y Concello con una campaña de sensibilización consistente en el reparto de 5.000 conos en los que se depositen las colillas y chicles en lugar de arrojarlos al suelo de las calles o a la arena de las playas.

La distribución de los ceniceros de plástico comenzó ayer a mediodía en la céntrica Praza de Galicia. Aparte de repartirlos por las calles, también estarán en los puestos de socorro de las playas de la ciudad.

El concejal de Medio Ambiente, Lino Mouriño, y la presidenta de la asociación de comerciantes de Vilagarcía, Rocío Louzán, se encargaron de presentar ayer la campaña. El edil socialista advirtió que las máquinas limpiaplayas no logran atrapar las colillas debido a su pequeño tamaño, por lo que todas las que se tiran en la arena, allí se quedan. "Es un material que tarda mucho en descomponerse y puede generar un problema medioambiental", avisa Mouriño. "Tenemos que ser responsables de los residuos que generamos", añade.

En las calles, aparte de las colillas, los chicles constituyen otro de los residuos que traen de cabeza a los operarios del servicio de la limpieza, pues cuesta mucho trabajo despegarlos de la vía pública.

Así, la presidenta de Zona Aberta, Rocío Louzán, aconseja a los ciudadanos llevar el cono en el bolso para poder utilizarlo en cualquier momento, no solo en la playa. "Se trata de que no se ensucien y afeen las calles", comenta la comerciante, que recordó la importancia de trasladar una buena imagen de la ciudad, sobre todo en la época de verano, cuando Vilagarcía es visitada por un buen número de turistas, especialmente en el mes de agosto, coincidiendo con las multitudinarias fiestas.

Los cucuruchos de plástico -y de distintos colores- que ayer comenzaron a repartirse son de menor tamaño que los distribuidos en campañas anteriores.