Los servicios de emergencias de Barbanza alertan de la reiteración de accidentes que en los últimos días se han registrado en las paradisíacas pozas del río Pedras en A Pobra do Caramiñal, el último este domingo cuando un vecino de A Coruña resbaló y rodó entre las rocas en pendiente una distancia de casi treinta metros hasta un rellano en el que solo podía ser evacuado en helicóptero.

El herido, que sufre fractura de siete costillas y un traumatismo craneoencefálico se recupera en el Clínico de Santiago tras permanecer largo tiempo a la espera de un rescate que por tierra resultaba del todo imposible.

Esta dificultad para socorrer accidentados en las pozas es lo que lleva a los equipos de emergencias a hacer un llamamiento a la población para que extremen los cuidados a la hora de visitar este espectacular espacio natural que cada año recibe una mayor afluencia de turistas. En los últimos ocho días, los equipos de auxilio han tenido que socorrer a tres personas que sufrieron percances similares y dos de ellos solo pudieron ser rescatados por vía aérea.

El paraje es realmente llamativo para quien lo visita pues a lo largo de tres kilómetros está salpicado por pozas y cataratas que invitan a superar cualquier obstáculo para disfrutar de ellas al máximo.

Pero estas "charcas" se forman sobre una especie de "cordillera" de rocas madre que son muy resbaladizas, por lo que los golpes son demasiado frecuentes.

También lo son los accidentes graves en verano y como explican en Protección Civil de A Pobra fueron doce las personas auxiliadas en este lugar el año pasado.

Pero este año la progresión parece preocupante pues en solo ocho días han tenido que rescatar a tres personas que sufrieron tremendas caidas. Se da la circunstancia de que los afectados son personas de mediana edad, de más de 50 años, que obviamente tienen ya menos agilidad que los jóvenes.

De ahí que se recomiende a los turistas que acuden a las pozas que tengan en consideración su capacidad de reacción ante un imprevisto como los resbalones, aunque el mejor consejo sería no aventurarse si se carece de las condiciones físicas adecuadas para aventurarse en la zona.

El accidente del coruñés se produjo en el espacio conocido como de los toboganes por el parecido con este tipo de atracciones y que produce los mismos efectos pues la persona que se desliza por ellos es incapaz de frenar en todo el recorrido hasta que llega a la explanada.

Esto es lo que le ocurrió a este vecino de A Coruña, de unos 45 años de edad, que se accidentó cuando ya pretendía recoger sus enseres para regresar a su casa.

En Protección Civil recibieron precisamente la alerta a las 15.30 horas, tras haber alertado la familia del herido al 112.

De hecho, los voluntarios de A Pobra junto a la Guardia Civil fueron los primeros en llegar al punto del accidente, donde ya comprobaron la gravedad del lesionado a quien resultaba incluso complicado respirar por sí mismo.

En dichas condiciones ya se observó que resultaría imposible trasladarle en una parihuela hasta la ambulancia que esperaba a más de medio kilómetro de distancia y que les obligaría a recorrer una zona muy escarpada del monte, con lo que se presupuso que el herido no podría resistir tal caminata.

De ahí que fuera necesaria la intervención del helicóptero Pesca I que le recogió tras ser estabilizado antes en la camilla por el personal sanitario del PAC.

Finalizada la intervención, la marcha del camión de bomberos también se complicó por la enorme cantidad de coches aparcados a uno y otro margen de la carretera de salida.