El Concello de Vilanova seguirá adelante con el proyecto de crear un vivero industrial en el polígono de Baión. Así lo reconoce el alcalde, Gonzalo Durán, antes de asegurar que volverá a presentar el proyecto en 2018 para las subvenciones que la Consellería de Industria habilita para este tipo de iniciativas.

La intención del Concello de Vilanova era contar con este proyecto este mismo año, pero se ha encontrado con un serio contratiempo que impide que la obra se encuentre finalizada en noviembre, tal y como exigen las bases de las ayudas de la Consellería de Industria.

Ese contratiempo ha sido la renuncia de las tres empresas que se presentaron al concurso para ejecutar la obra, al considerar que el presupuesto fijado por la administración era inviable económicamente para ellas. Durán reconocía ayer que "para nosotros ha sido un importante varapalo, porque al renunciar, nos impide volver a sacar la obra a concurso, ya que sería materialmente imposible tenerla finalizada dentro de los plazos que exige Industria para su justificación".

Para evitar que esta situación vuelva a repetirse el próximo año y el proyecto de un vivero industrial para Baión vuelva a quedarse, por tercera vez consecutiva, en el tintero, los técnicos municipales van a reformular el proyecto, especialmente en el apartado de los costes, que fue el punto por el que las empresas decidieron renunciar a su ejecución.

Vilanova fue uno de los primeros municipios de la comarca de O Salnés que puso sus ojos en los viveros industriales, una forma de facilitar naves a un precio asequible a empresas que están comenzando a abrirse camino en el mercado. Por otra parte, el proyecto, también serviría para impulsar un polígono industrial como es el de Baión, que languidece desde que finalizó su construcción, con menos del 20% de su superficie ocupada.

La intención era disponer de esta infraestructura el pasado año, pero al no contar con un proyecto redactado y las exigencias para cumplir los plazos de ejecución, obligó al Concello a esperar a la siguiente convocatoria. Esa oportunidad se abrió el pasado mes de marzo, con el proyecto ya redactado, pero en esta ocasión, el frenazo ha sucedido en el proceso de adjudicación de la obra.

Nada que ver con lo ocurrido en el vecino Concello de Cambados, donde el cuatripartito consiguió hacerse con la subvención y poner en marcha un vivero industrial en el polígono de Sete Pías, el cual está prácticamente ocupado al 100%.