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Eladio Riveiro: "Cuando se propuso la marca 'Paco & Lola' muchos socios llevaron las manos a la cabeza"

"Ya se está hablando de empezar a vendimiar a finales de agosto, entre el 25 y el 28"

Eladio Riveiro García. // Iñaki Abella

Eladio Riveiro García (Padrenda, Meaño, 1975) es arquitecto técnico y viticultor. Socio de la Cooperativa Vitivinícola Arousana (Paco & Lola) desde su fundación en 2006, es directivo de la misma desde hace nueve años. En la actualidad, es el vicepresidente de esta sociedad afincada en Meaño. Fue quien esta semana recogió el Acio de Ouro al mejor vino blanco gallego de 2016 de manos del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

-Ya son más conocidos por el nombre de su principal marca que por el de la cooperativa.

-Lo que hemos hecho durante todos estos años es intentar crear una imagen de marca, porque al final el mercado con lo que se queda es con las marcas.

-¿Por qué el nombre de Paco & Lola?

-Es una historia curiosa. Al principio teníamos dos marcas, una para vender en el mercado nacional y otra para el extranjero. En esta última se buscó un nombre que el consumidor extranjero asociase a España. Fue una apuesta arriesgada de la anterior junta rectora, porque en 2006 lo que se llevaban era las marcas tradicionales. Había muchas referencias a castillos o títulos nobiliarios. No fue fácil tomar ese camino, y de hecho, recuerdo que en la asamblea en la que se le presentó a los socios esta marca mucha gente se llevó las manos a la cabeza. Pero diez años después ya nadie lo cuestiona.

-Sin desmerecer a ninguno de los dos, ¿qué premio anima más las ventas de un vino, el Acio de Ouro o el de la Festa do Albariño?

-Son dos premios muy a la par. El Acio de Ouro es un galardón muy exigente, porque compites con vinos de todas las denominaciones de origen gallegas. Mientras que el premio de la Festa do Albariño es el de referencia en la denominación Rías Baixas. Son distintos, y los dos aportan mucho en ventas. Hay distinciones internacionales que a la hora de la verdad incluso te pueden aportar más desde el punto de vista comercial, pero dentro de España el Acio de Ouro y la Medalla de Ouro de la Festa do Albariño te dan más reconocimiento en el sector.

-¿Dónde se hace el buen vino, en el campo o en la bodega?

-En mi opinión, al 50 por ciento, porque sin el uno no puede darse el otro. Sin una buena materia prima no se puede hacer un buen vino, pero si en bodega las cosas no se hacen bien tampoco se le quita a la uva el rendimiento que podría dar. Por eso es una combinación de ambas.

-¿Qué previsiones manejan para la próxima vendimia en cuanto a cantidad de uva, calidad y fecha de inicio de la recolección?

-Este año es parecido al pasado, seco y cálido. Hay mucha cantidad de uva, y de buena calidad. Si llueve un poco en el momento oportuno será una vendimia como la de 2016 o incluso un poco superior, en torno al 10 por ciento más. En cuanto a las fechas de comienzo, vamos muy adelantados, y ya se está hablando de empezar a vendimiar a finales de agosto, entre el 25 y el 28. Pero eso dependerá mucho de las condiciones meteorológicas del próximo mes, porque un cambio brusco en el tiempo podría terminar ralentizando el proceso.

-¿Qué opina del debate sobre mantener, aumentar o reducir el rendimiento máximo por hectárea de uva albariña?

-Creo que el rendimiento máximo de 12.000 kilos por hectárea es bueno para el agricultor. Porque si lo aumentamos será difícil acompañar cantidad y calidad, y si lo bajamos será difícil acompañar cantidad con viabilidad para el agricultor. Hay que pensar que en la denominación de origen Rías Baixas la mayoría de las plantaciones son pequeñas en superficie. En otros territorios con latifundio pueden trabajar con rendimientos mucho menores y obtener igualmente una rentabilidad, pero aquí no sería posible. 12.000 kilos por hectárea me parece una cifra equilibrada entre cantidad y calidad.

-En la entrega de los "Acios", el presidente de la Xunta animó a las bodegas a exportar más.

-Nosotros apostamos por la exportación desde el nacimiento de la bodega, y la prueba está en que buscamos un nombre específico para vender fuera de España. Actualmente, vendemos en el extranjero entre un 45 por ciento y un 50 por ciento, y prevemos llegar en unos años a un 60 por ciento. Ya estamos en 41 países, entre ellos Holanda, Irlanda, Reino Unido, Polonia y Rusia. En Estados Unidos nos ha costado mucho entrar, pero pensamos que a la tercera irá la vencida. En cambio, en Canadá el 50 por ciento de los vinos Rías Baixas que se consumen son Paco & Lola. En Puerto Rico hemos empezado fuerte, pero no solo con Paco & Lola, sino también con el resto de nuestras referencias.

-¿Es favorable o negativa para el sector del vino la meteorología tan seca y calurosa de los dos últimos años en Galicia?

-De momento no está siendo mala. Entendemos que son ciclos climáticos, y que habrá años más secos y otros más húmedos. Pensamos que lo de estos últimos años está siendo una excepción, pero si esto se mantiene a largo plazo entonces sí que será malo. El albariño necesita unas características que le aporta la tierra, y la tierra es el resultado del clima. El albariño quiere inviernos y veranos suaves, un clima atlántico.

-¿Cuáles son los retos de Rías Baixas a medio plazo?

-Mantener los crecimientos y estabilizarse en los mercados que se están abriendo. Y mantener la apuesta por la calidad.

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